Cinco años y cuatro meses, o lo que es lo mismo, 1.939 días llevan desalojados de sus viviendas los vecinos de los números 40 y 42 de la calle Santo Domingo al ser inhabitables sus casas. Como propietarios tienen la responsabilidad de arreglar sus edificios; sin embargo, no tienen dinero para acometer una obra de tal calibre. Este lunes, dos de los afectados, Iker Tapia y Raúl Sánchez, comparecieron a título individual en el Ayuntamiento para recordar su problemática, ya que en todo este tiempo no les ha ofrecido una solución a su drama.
Por eso, los propietarios han dado un paso más y solicitado la ruina económica de los edificios. “Tampoco sabemos qué vamos a lograr con esto ni si servirá para que el Ayuntamiento reaccione”, dudan.
Y es que, ésta tampoco parece la solución a corto plazo. “No vemos una solución viable a corto plazo que no pase por el arreglo del edificio por parte de los vecinos”, señala la concejala de Territorio, Ana Oregi.
Así las cosas, de manera inmediata, lo único que en su opinión cabe es la expropiación forzosa en el valor de tasación o que la comunidad pague la rehabilitación del edificio. “Y ninguna de estas posibilidades es plato de buen gusto”, entiende Oregi, quien informa de que el Ayuntamiento no puede hacer nada más con la legislación actual. Además de los problemas de habitabilidad, 29 de los 39 edificios de esta calle figuran como catalogados.
Resignación
Ante esta situación, Iker y Raúl salieron de la Casa Consistorial con una sensación todavía de mayor desolación ya que, pese a escuchar que todos los partidos políticos está de acuerdo en que hay que solucionar su problema, la situación no se aborda. “Nosotros ya hemos llamado a todas las puertas...”, se resignan. “No queremos que se nos arreglen las casas a coste cero, pero la política de ayudas a la rehabilitación no es realista”, añaden.
Tampoco ven solución en los realojos, ya que son diez familias con diez realidades diferentes. “Es un parche”, piensan. Y advierten de que el problema de sus portales es sólo un ejemplo de lo que puede ocurrir en toda la calle Santo Domingo y en todo el Casco Viejo de Gasteiz.