10 consejos para mejorar la convivencia en un piso compartido

A día de hoy, adquirir una vivienda no es lo más sencillo del mundo. Muchos jóvenes se encuentran con múltiples problemas a la hora de querer comprar un domicilio, por lo que se opta por el alquiler y, en muchas ocasiones, por un piso compartido.

Escoger esta última tiene su lado positivo y negativo, que suele normalmente ser crucial para realizar por una toma de decisión concreta. Tomando una visión individualista, cada persona debe poner en la balanza esos pros y contras y así elegir si un piso compartido es una buena idea o no.

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Para todas aquellas personas que deciden vivir en un piso compartido con otra o varias personas, aquí van 10 consejos para hacer que esa convivencia que puede llegar a ser tediosa, se convierta en una forma de vivir cómoda y disfrutar de la vivienda.

Privacidad en la habitación

Todo el mundo necesita privacidad. En los pisos compartidos, es recomendable que cada persona tenga su propia habitación en la que no pueda ser molestado. Hacer uso de pestillos u otros mecanismos de seguridad pueden ayudar a aumentar esa sensación de privacidad.

Zonas comunes

Al tratarse de pisos compartidos, las zonas comunes son una parte clave de la convivencia. Al encontrarse en dichas partes de la casa con otros convivientes, se debe hacer buen uso de todos los elementos que forman estas zonas. Ya sean los muebles, utensilios o decoración, trátalo con cuidado y correctamente ya que pertenece a todos.

Limpieza

Dejando a un lado la habitación propia, el resto de la casa hay que limpiarla asiduamente para evitar la suciedad y malos olores que pueden molestar a todos los miembros de la casa. Para hacerlo de forma equitativa, se pueden rotar los turnos de limpieza o que cada conviviente se dedique específicamente a cada parte de la casa.

Normas de convivencia

Todo hogar tiene sus normas, ya sea una compartida o una en la que viva únicamente una persona. En el caso de los pisos compartidos, se debe tener en cuenta cómo viven las otras personas y llegar a un acuerdo a la hora de establecer las normas. Como consejo, dejarlo por escrito siempre va a ayudar a la hora recordar las normas.

Respetar los horarios

Una parte clave de la convivencia se basa en el respeto a las otras personas. Cada uno tiene su trabajo, 'hobbies' y grupos de amigos. En pocas palabras, cada uno tiene su propia vida con sus respectivos horarios. Teniendo esto en cuenta, hay que respetar los horarios que tiene cada persona, sobre todo en las horas de sueño.

Cuidado con el ruido

El mayor aliado de cualquier miembro de una casa compartida son los auriculares. Esto puede ayudar a evitar la mayoría de los ruidos generados que pueden molestar a otros convivientes. En caso de tener que hacer ruido de forma inevitable, ya sea por querer hacer una obra o instalación de algún mueble, se recomienda avisar al resto de personas con anterioridad.

Fiestas fuera de casa

Por lo general, la mayoría de las personas que viven en pisos compartidos son jóvenes que han accedido recientemente al mercado laboral y todavía no tienen un gran poder adquisitivo, por lo que no pueden permitirse el lujo de comprar un piso propio. Por ello, las fiestas van a estar a la orden del día. Con el objetivo de mejorar la convivencia, y a no ser que todos los convivientes quieran acudir, lo mejor es hacer todas las fiestas fuera de casa, ya sea en bares, pubs o discotecas.

Informar de los pagos

Además de pagar el alquiler, tener un piso compartido también tiene otros gastos como el agua, gas, luz, internet y otros servicios que se usan de forma compartida por todos los convivientes. Las facturas que lleguen a casa deben ser notificadas a todos los miembros de la casa para acordar los pagos mensuales o trimestrales.

Solución de conflictos

Relacionada con la anterior, que no hacerla correctamente puede acarrear graves problemas, solucionar los conflictos generados también es clave para una buena convivencia. Hablar los problemas de la vivienda es vital para poder solucionarlos posteriormente y continuar con una convivencia correcta.

Reponer el papel higiénico

Como último consejo, pero no por ello menos importante, está en reponer el papel higiénico en el baño cuando se termine. A nadie le gusta encontrarse con el tubo del rollo del papel higiénico, y mucho menos en un piso compartido. Así que si quieres vivir de forma cómoda en un piso compartido, nunca te olvides de reponer el rollo de papel higiénico en caso de terminarlo.