La mañana del domingo se celebró la VI edición de la Mahasti Krosa, una prueba que recorre los viñedos de Talaimendi en Zarautz. Los participantes afrontaron un exigente trazado de 7,6 kilómetros con constantes desniveles, partiendo desde la txakolindegi Talai Berri y descendiendo hasta Mollarri, antes de regresar entre viñedos.
Ibai Makazaga, tiempo récord
El ganador en la categoría masculina fue Ibai Makazaga, quien también se alzó con la victoria el año pasado. Además, volvió a llevarse la txapela con autoridad, marcando un tiempo récord de 29.50. En segundo lugar quedó el oriotarra Mikel Usandizaga, con un tiempo de 31.08. Asier Aburuza, de Aduna, completó el podio masculino con un tiempo de 32.24.
Laiane Arrospide, categoría femenina
En cuanto a la categoría femenina, la primera en cruzar la meta de la Mahasti Krosa fue la tolosarra Laiane Arrospide, con un tiempo de 38.56, logrando más de un minuto de ventaja sobre la segunda clasificada, la oriotarra Irune Lertxundi con un tiempo de 40.09. La ondarrutarra Ioana Osa, con un tiempo de 41.33, logró subirse al podio en tercer lugar. Se puede ver la clasificación al completo en la página web de Herri Krosa.
Hasta ahora, los ganadores recibían tantas botellas de txakoli como su peso. Este año, en cambio, se han sumado los pesos de los ganadores masculinos y femeninos, dividiéndolos a partes iguales. Entre los dos pesaron 113 kilos, por lo que cada uno recibió unas 56 botellas de txakoli.
Fiesta-hamaiketako
Itziar Eizagirre, desde la organización, valora la carrera a este periódico de forma “muy positiva”. “Los dorsales se agotaron días antes de la carrera e hizo un muy buen tiempo para correr”, aseguran. Como cada año, tras la carrera se celebró una fiesta-hamaiketako para los participantes y los asistentes. “Vendemos productos Eusko Label y txakoli. El dinero se destina a Cáritas Zarautz. Así se queda todo en el municipio y el ambiente que hay es muy familiar”, explica.
Trabajo de los voluntarios
El número de corredores se mantiene limitado a 100 por cuestiones de espacio. Sin embargo, contando a los participantes y asistente, “se suelen reunir unas 500 personas en total. Hay que agradecer a todos los voluntarios que trabajan en la prueba, unos 60, porque sin ellos la carrera no saldría adelante”, comenta Eizagirre.
Jabier Gonzalez participó por primera vez en la Mahasti Krosa y destaca “las vistas, son espectaculares”. Sin embargo, el corredor también señala la dureza del trazado porque “para mi gusto, rompe mucho las piernas. Prefiero cuestas más constantes tanto para arriba como para abajo. En esta carrera, al final, las cuestas son cortas y te complica regularte un ritmo”. Gonzalez ya había asistido en otras ediciones de la carrera, pero por motivos de trabajo. “Siempre me daba envidia ver la prueba mientras trabajaba y tenía muchas ganas de hacerla. Esta vez no tenía que trabajar el domingo y decidí apuntarme”, confiesa.
Además, valora el ambiente y la cercanía de la organización. “Es una carrera que, de cierta manera, transmite un ambiente muy familiar. El hecho de que se fije el límite de participantes es muestra de ello. Es una carrera muy cuidada”. Por último, elogió la fiesta posterior, ya que, “el hamaiketako de después de la carrera es muy sano y familiar”.