“Hace 14 años. Creí que era pasado pero este final está en mí más presente que nunca”.
Con estas emocionantes palabras ha recordado Almudena Cid en redes sociales el impecable ejercicio que realizó un 22 de agosto de 2008, en los Juegos Olímpicos de Pekín, cuando finalizó, se arrodilló y besó el tapiz. Se clasificó y al día siguiente, la vitoriana disputó la final de las diez mejores.
Se cumplen 14 años de aquel beso que dio una Almudena Cid muy emocionada al tapiz, la única gimnasta de rítmica que ha participado en cuatro finales olímpicas distintas.
La cita de Pekín
Pekín fueron los últimos Juegos Olímpicos para la alavesa, que se ha convertido en todo un “icono para el mundo de la gimnasia que se ha ganado el reconocimiento mundial en su deporte” (palabras de la propia Paloma del Río, la veterana periodista de Televisión Española que es ‘la voz’ de competiciones de gimnasia rítmica).
Un beso que simbolizó la despedida de Almudena Cid como profesional de la gimnasia rítmica, y lo hizo donde había estado toda su vida, sobre un tapiz.
Junto con un vídeo que tiene casi 16.000 "me gusta", la propia alavesa ha recordado este emocionante momento con el siguiente mensaje:
“Durante años pensé que mis imágenes de gimnasta debía verlas en blanco y negro. Así fueron colgadas en el que fue mi hogar. Creí que de esa forma aceptaría mejor que mi carrera deportiva era ya mi pasado y que yo ya no era quién fui. Hoy, 14 años después de besar el tapiz, recupero el color de mi etapa deportiva porque es ella, la gimnasia, con todo su aprendizaje la que me ha devuelto la luz”.