Osasuna mostró una baja intensidad fatal ante el Athletic y cayó derrotado sin rechistar en San Mamés. La actuación de los rojillos no fue ni mucho menos la más entonada de los últimos tiempos y, al contrario, estuvieron muy lejos de lo que suelen ser los hombres de Arrasate. No hubo el vigor de otros encuentros, tampoco el nivel de competitividad necesario frente al rival siempre fogoso y, por supuesto, el acierto brilló por su ausencia. Cosa difícil cuando la producción ofensiva de los rojillos se limitó a un disparo entre los tres palos. En la penúltima jornada, con el objetivo de la permanencia cumplido desde hace tiempo, por primera vez ofreció Osasuna una sensación de cansancio, de un agotamiento quizás emocional como para andar metiéndose en otras batallas. Quizás la mecha se agotó en los tres encuentros anteriores, cuando en las tres citas se empezó ganando y solo se atrapó un punto en cada compromiso –tres puntos de nueve es todo un mundo–, y con ello se fueron algunas esperanzas de mantener la llama de un objetivo. Una motivación, en este caso alcanzar una plaza en Europa, es otro de los asuntos a considerar en la distancia que ayer separó al Athletic del equipo navarro, que se ha llevado los seis puntos en los dos enfrentamientos con los rojillos.
Osasuna dio carpetazo a la temporada fuera de casa terminando con una aparición apocada y poco vibrante, algo que para nada afea una temporada, aunque siempre se suele aprender de estos encuentros descolocados de necesidades y aspiraciones. Estar enchufado hasta el final es también una faceta para el crecimiento.
Ni un solo apuro le creó Osasuna al Athletic en el primer tiempo, incapaces los rojillos de encadenar un par de pases seguidos y con la chispa de otras tardes apagada, ninguna incandescencia en su juego con la que dar de prender a alguna acción. Por eso, el Athletic se dio un atracón de balón gracias a un dominio incuestionable, favorecido por esta incomparecencia de los los hombres de Arrasate. El primer tiempo resultó una verdadera asfixia para Osasuna, recluido en su medio campo por el empuje del equipo local y bloqueado por supuesto por su propia imposibilidad de buscar un camino de salida.
Afortunadamente, Sergio Herrera se encargó de contener a los Williams, Nico e Iñaki, que dispusieron de un par de oportunidades, hasta que en un córner emergió la cabeza de Berenguer, sustituto del lesionado Raúl García, para fabricarse un gol de 9 de toda la vida. El gol, en la recta final del primer tiempo –después de una pausa de hidratación que consideró nociva Arrasate como prolegómeno para un lanzamiento con su componente táctico–, no alteró los roles y el Athletic continuó explorando el fútbol de estampida de Iñaki Williams, autor de otra ocasión liquidada por Herrera, mientras que Osasuna permanecía aturdido, con una imagen irreconocible para lo común.
Entre otras conclusiones de la primera parte, se constataba que a Arrasate la remodelación de equipo no le había salido bien. Además de ocho hombres nuevos, también había impulsado un cambio de sistema, con dos delanteros definidos. Pero al margen de nombres y método, a Osasuna le hacía falta una evidente animación, reanimación tras haber estado en la camilla de observación la primera mitad.
Kike Barja aprovechó su inclusión en el partido de manera casi inmediata porque a los tres minutos de la reanudación se topó con Yeray en un disparo interesante desde el borde del área. Osasuna iba a aparecer, entonces, durante un rato, con llegadas por las bandas y personal activo en el área. Budimir, a quien no le afecta la soledad para a ser una pesadilla para las defensas, disfrutó de la ocasión más clara de su equipo tras un excelente servicio de Iñigo Pérez. Sí se hizo un sitio en el palo corto, pero remató a la carrera a las nubes.
A Osasuna no le duró mucho la alegría y, además, no acabó de hacerle sufrir al Athletic que, en dos zapatazos, liquidó el partido. Otra cabalgada de Iñaki Williams encontró la defensa de los rojillos patas arriba y Villalibre redondeó el triunfo. No había nada que objetar. Una mala tarde la tiene cualquiera. Y más cuando se está demasiado tiempo desenchufado. l
estadísticas
Athletic-Osasuna
7 Tiros a puerta 1
3 Tiros fuera 2
3 Ocasiones de gol 1
7 Faltas cometidas 14
25 Balones al área 29
10 Córners 6
4 Fueras de juego 0
44% Posesión 56%
409 Pases 492
Osasuna: arrasate 4
Ocho cambios respectoal último equipo titular, pero no le salieron las cosas. Solo hubo unos minutos de juego.
athletic: marcelino 5
Buen encuentro en términos generales, con más intensidad y generación de juego para ganar.
árbitro: figueroa 5
Partido de guante blanco entre dos equipos que no se dieron una patada de más. Sin problemas.
Ficha técnica:2 - Athletic: Unai Simón; De Marcos, Yeray, Íñigo Martínez, Yuri; Nico Williams (Villalibre, m.46), Vencedor (Zarraga, m.67), Dani García (Petxarroman, m.67), Muniain; Raúl García (Berenguer, m.19) e Iñaki Williams (Capa, m.87).
0 - Osasuna: Sergio Herrera; Nacho Vidal (Roberto Torres, m.83), Aridane, Juan Cruz, Manu Sánchez; Moncayola, Íñigo Pérez (Rubén García, m.67), Darko (Oier Sanjurjo. m.839, Javi Martínez (Kike Barja, m.46); Chimy Ávila (Kike García, m.46) y Budimir.
Goles: 1-0, m.33: Berenguer. 2-0, m.79: Villalibre.
Árbitro: Jorge Figueroa Vázquez (Comité Andaluz). No mostró ninguna tarjeta.
Árbitro VAR: David Medié Jiménez (Comité Catalán).