Alrededor de 2.000 sudaneses han cruzado la frontera con Sudán del Sur huyendo de los combates que estallaron el 15 de abril entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que han dejado ya más de 600 muertos, según ha confirmado la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
El representante del organismo en Sudán del Sur, Peter van der Auwereert, ha señalado en declaraciones concedidas a la cadena de televisión qatarí Al Yazira que "alrededor de 2.000 personas" han llegado al país africano. "Muchas de las personas que han llegado contaban con los medios para lograrlo", ha dicho, antes de apuntar que la OIM "espera que los más vulnerables lleguen más adelante".
Los enfrentamientos han dejado además miles de desplazados internos en la capital, Jartum, y otras de las zonas afectadas por los combates, entre ellos los estados de Kordofán Norte, Darfur, Yazira, Senar, Nilo Blanco y Gedaref, según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Las hostilidades estallaron en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF --lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, alias 'Hemedti', quien es además vicepresidente del Consejo Soberano de Transición-- en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición.
El proceso de conversaciones arrancó con mediación internacional después de que el jefe del Ejército y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, encabezara en octubre de 2021 un golpe de Estado que derrocó al entonces primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok, nombrado para el cargo a raíz de los contactos entre civiles y militares después de la asonada de abril de 2019, que puso fin a 30 años de régimen de Omar Hasán al Bashir.