Araba

20 jóvenes de la diáspora vasca hacen escala en Vitoria

El grupo participa en el programa Gaztemundu, un recorrido de dos semanas por algunos de los espacios más significativos de Euskal Herria
Jóvenes de la diáspora vasca conocen Gasteiz.

Una veintena de jóvenes de la diáspora vasca afrontan la recta final de un intenso viaje por sus raíces que este sábado hace escala íntegramente en Araba, concretamente en Gasteiz y Salinas de Añana.

El grupo toma parte en el programa Gaztemundu 2022, una iniciativa que busca acercar la realidad de Euskal Herria a estas nuevas generaciones y avanzar en la integración del colectivo en la vida activa de sus euskal etxeak.

Reiniciado tras dos años de parón por la pandemia, este programa del Gobierno Vasco ha podido recuperar todos sus ingredientes e incluso ha aumentado en cinco el número de jóvenes participantes respecto a sus anteriores ediciones.

16 provienen de Argentina, donde se encuentra la mayor comunidad vasca en la diáspora, uno de Chile, otro de Colombia, otro de Estados Unidos y una más de Uruguay.

Dos semanas de recorrido

Desde el pasado lunes 5 y a lo largo de dos semanas –la etapa final será este lunes 19–, los jóvenes han conocido y conocerán algunos de los espacios más significativos desde los planos histórico y cultural de las siete provincias de Hegoalde e Iparralde.

DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA los ha acompañado durante los primeros compases de una jornada que los va a llevar a visitar la Catedral de Santa María, donde el arqueólogo Agustín Azkarate ha ejercido de anfitrión, así como el Valle Salado y, ya por la tarde, el museo Bibat.

“Estamos realizando un crisol de actividades muy amplio, de visitas de rigor cultural e histórico, también actual, para que a nuestra vuelta podamos implementar acciones que puedan articular mejor la diáspora”, destacaba Renzo Gustavo Marín, miembro de la euskal etxea de San Nicolás de los Arroyos (Buenos Aires), de camino al templo ubicado en el corazón de Gasteiz.

Raíces diversas

La uruguaya Paula Trigo Zarraute, del centro vasco Haize Hegoa de Montevideo, reconocía por su parte que la experiencia está siendo “muy linda” y le está permitiendo conocer lugares que hasta ahora únicamente había visto en imágenes.

“Lo que más me llamó la atención es ir por la carretera y ver los paisajes con los caseríos. Lo veía siempre en fotos y pensaba que no podía ser así, pero sí era así”, aseguraba sonriente Paula, uno de cuyos bisabuelos nació en Iparralde.

Por su parte, el chileno Gonzalo Arellano –con raíces navarras, concretamente de Lizarra– reconocía que el viaje le está dejando “una sensación extraña, como de redescubrir”.

“Me deja un poco sin palabras. Se mezclan dos cosas, porque todo es nuevo y al mismo tiempo lo conocía de antes”, apuntaba este miembro de la euskal etxea de Viña del Mar.

18/12/2022