2.500 participantes y 22.000 euros recaudados son las cifras que deja la marcha contra el cáncer del pasado domingo en Vitoria; dinero que la asociación alavesa destina a financiar proyectos de investigación contra la enfermedad, ya que “de la investigación depende la supervivencia en cáncer y nuestro reto es aumentarla al 70% en 2030”, subraya la presidenta, Miren Bilbao.
“Batimos todos los récords de participantes de anteriores ediciones, un 40% más de inscripciones; todo fenomenal, muy contentos estamos con la respuesta de la sociedad; además, después de concluir la marcha, la gente continuó participando en el pintxo-pote y las actividades posteriores en la Plaza Nueva”, valora Miren Bilbao.
Cifra Bilbao en 2.145 las personas a las que el año pasado se les diagnosticó cáncer en Álava, siendo colorrectal (310), próstata (270), mama (249) y pulmón (224) los de mayor incidencia, en este orden. En 2021, 6.517 personas fueron afectadas por la enfermedad en el territorio (43% mujeres y 57% hombres), y 749 fallecieron (40% mujeres y 60% hombres).
La marcha contra el cáncer sirve para recordar que es necesario reforzar, más si cabe, la investigación de tumores de baja supervivencia, inferior al 30%, como páncreas, esófago, hígado, estómago, sobre todo en hombres, pulmón, tumores cerebrales, leucemia mieloide aguda, vesícula y vías biliares, enumera Miren Bilbao. Según el observatorio de la asociación, cada año cien mil personas son diagnosticadas con un tumor cuya supervivencia es baja.
Sin embargo, “gracias a la investigación, en estos últimos años hay un aumento de la supervivencia: 3,3 puntos en hombres y 2,6 en mujeres; por ello, tenemos que seguir reclamando mayor investigación en este ámbito”, insiste la presidenta de Contra el cáncer en Álava.
Cuenta Miren Bilbao que en el territorio los tumores de baja supervivencia de mayor incidencia son el cáncer colorrectal y de pulmón, en los que los hábitos de vida influyen de manera importante. “El 50% de los casos de cáncer se podría prevenir con la adopción de hábitos de vida saludable”, añade. De ahí que una de las líneas estratégicas de la asociación vaya orientada a la prevención. “Ofrecemos actividades y talleres gratuitos de promoción de hábitos de vida saludables, como los de nutrición, yoga, rutas, deshabituación tabáquica o iniciación a la marcha nórdica”, informa.
Y es que, la tendencia de nuevos diagnósticos avanza, desgraciadamente, al alza. “Efectivamente así es, cada año se produce un 5% más de diagnósticos de cáncer y en este aumento influyen factores como la alimentación, el consumo de tabaco y alcohol, y la vida sedentaria”.
Además de exitosa por el récord de participantes y la recaudación obtenida, la marcha contra el cáncer de Gasteiz brilló por el ambiente festivo creado entre grupos de amigos, familias, parejas y personas de todas las edades que no se quisieron perder la cita solidaria de acompañamiento a pacientes y familiares.
Participaron también cuatro investigadores e investigadoras que desde sus laboratorios trabajan por descubrir nuevos avances contra la enfermedad. Es el caso de las doctoras Carmen Berasain y María Arechederra, del Centro de Investigación Médica Aplicada de la Universidad de Navarra y ya asiduas a esta marcha, cuyos avances contra el cáncer de hígado financia la asociación alavesa. “También estuvieron Arkaitz Carracedo, de CIC Biogune y reconocido esta semana con el Premio Nacional de Investigación en Jóvenes, que vino acompañado por Mikel Pujana, investigador vitoriano de su equipo, lo que también pone en valor el talento que hay en el territorio”, resalta Miren Bilbao. “De la investigación depende la supervivencia en cáncer”, reitera.
Entonces, ¿cómo se puede presionar a las administraciones para que inviertan más dinero en investigar? “Abogamos por la colaboración público-privada; es fundamental seguir impulsando la investigación con administraciones, centros de investigación, universidades y todos los agentes implicados”, opina.
Préstamo de pelucas
Contra el Cáncer en Álava también ofrece apoyo psicosocial a pacientes y familiares. El pasado año, el número creció un 22%, con 1.100 personas atendidas, y más de 2.300 que participaron en las actividades y talleres gratuitos de promoción de hábitos de vida saludables. Además, “prestamos pelucas, camas articuladas, muletas y otro material ortoprotésico en caso de que sea necesario”, señala Miren Bilbao.
De lo que más se quejan tanto pacientes como familiares es “del diagnóstico tardío, directamente relacionado con la supervivencia del cáncer y ya hemos visto el impacto negativo que ha tenido la pandemia en la supervivencia al cáncer debido al parón que sufrieron los distintos cribados”, lamenta.
La presidenta de Contra el cáncer en Álava destaca “el valor que aportamos a la sociedad alavesa en la prevención del cáncer, en minimizar el impacto de la enfermedad en pacientes y familiares y en la investigación; todos los servicios que ofrecemos son gratuitos”. Todo ello gracias a un equipo de once profesionales, 191 personas voluntarias y 5.300 socios y socias. Este año, además, van a ampliar sus instalaciones. “Para nosotros es muy importante continuar ofreciendo nuevos servicios y llegar a más población, y con la ampliación de nuestra sede será posible”, dice.
Pese a las crudas cifras de la enfermedad, Miren Bilbao espera que un día se logre que los pacientes de cáncer convivan con la enfermedad. “Ése es nuestro objetivo; debe haber un compromiso general para seguir apoyando la investigación y que no haya tanta diferencia en el acceso a los resultados y avances en función del tipo de cáncer. Hace unas décadas, la supervivencia era del 25% y ahora ya hemos pasado al 57%, tenemos que continuar trabajando para conseguir el 70% en el año 2030”, confía.
Un dato
2.145 personas diagnosticadas de cáncer en Álava el pasado año, siendo colorrectal (310), próstata (270), mama (249) y pulmón (224) los de mayor incidencia, en este orden. En 2021, 6.517 personas fueron afectadas por la enfermedad en el territorio (43% mujeres y 57% hombres), y 749 fallecieron (40% mujeres y 60% hombres). Además, los tumores de baja supervivencia de mayor incidencia en el territorio son el cáncer colorrectal y de pulmón.