Al menos dos docenas de manifestantes iraníes se enfrentan a una posible ejecución como respuesta de las autoridades a su participación en las protestas críticas con el Gobierno, según recoge un informe publicado este sábado por el diario local 'Etemad'.
El mencionado periódico ha sacado a la luz un listado elaborado por las autoridades iraníes en las que se acusa a 25 manifestantes de "librar una guerra contra Dios", un cargo que, según la legislación iraní, se castiga con la pena de muerte.
En el listado de 25 acusados se encuentra el rapero Mohsen Shekari, quien ya fue ejecutado el jueves acusado de agredir con un arma a un guardia de seguridad, incitar al terror y bloquear una carretera.
Las autoridades judiciales iraníes ya han anunciado que se llevarán a cabo nuevas ejecuciones, mientras gran parte de la comunidad internacional y los sectores nacionales más críticos, como el propio 'Etimad', llaman a las autoridades a revisar las condenas y evitar nuevas ejecuciones.
La muerte de Shekari ya suscitó una enérgica condena en el país y en el extranjero, aunque los líderes políticos iraníes, entre ellos los que se incluye el presidente, Ebrahim Raisi, describieron la ejecución como una respuesta legítima a los disturbios registrados en todo el país.
Los manifestantes han amenazado con actuar en respuesta y han difundido en redes sociales el eslogan 'Esperad nuestra venganza'. Mientras, a nivel internacional, población iraní en el extranjero ha anunciado también nuevas protestas antigubernamentales a lo largo del fin de semana.
Irán es escenario de protestas desde mediados de septiembre, cuando Mahsa Amini, una joven kurda, falleció bajo custodia policial tras haber sido detenida por no llevar bien puesto el velo y violar los códigos de vestimenta islámicos.
Desde entonces, mientras las movilizaciones se han ido sucediendo, las autoridades las han ido reprimiendo de forma violenta, ganándose así nuevas sanciones por parte de la comunidad internacional por asuntos relacionados con los Derechos Humanos.
Sin embargo, desde Teherán no consideran estar dando argumentos para las movilizaciones y han acusado a los "enemigos" de Irán y los "mercenarios" de estar detrás de las protestas masivas. Las autoridades consideran que la mayoría de los iraníes siguen apoyando el sistema islámico.