Mujeres víctimas de violencia machista solicitaron este viernes en Pamplona simplificar el proceso para denunciar los malos tratos o agresiones sexuales que han sufrido para que la experiencia resulte menos traumática para ellas. Así lo manifestaron varias mujeres en el marco de la jornada Escuchando a las víctimas, organizada por Psimae Instituto de Psicología Jurídica y Forense y el Servicio de Atención a la Mujer (SAM), del Colegio Oficial de Abogados de Pamplona, en las que desde la Guardia Civil se impartió un taller de Defensa Personal femenina, con la participación de medio centenar de mujeres.
Estas víctimas de violencia sexual y violencia machista coincidieron en que tener que contar las agresiones sufridas en varias ocasiones –a los agentes policiales, abogados, profesionales de la Psicología, trabajadores sociales, etc.– supone agravar el trama vivido. “Lo tienes que contar todo 4 o 5 veces. Te pasas un mes repitiendo la misma historia”, relató una joven víctima de una agresión sexual. “Hemos vivido un episodio traumático y continúa siendo traumático cuando queremos salvarnos, porque cuando contamos lo que nos ha pasado no es agradable. Por eso es muy importante la confianza con los abogados, policías, trabajadores sociales, psicólogos...”, recalcó.
Ante el testimonio de esta víctima, la comisaría de la Policía Nacional, Nuria Mazo, que estaba entre el público asistente a la jornada, explicó que los protocolos existentes se acuerdan entre diferentes instituciones implicadas en la materia, pero se mostró partidaria de que “quizá las víctimas deberías venir ya a la Policía con la denuncia redactada, asesoradas por un abogado y psicólogos si fuese necesario para evitar que el proceso sea más traumático para vosotras y tener que contar lo que os ha ocurrido a personas desconocidas”.
La joven relató que “cuando sucedieron los hechos, tenía mucho miedo. Es cuando voy a la Policía a denunciar. Yo como víctima no sé cuál es el proceso, estoy buscando ayuda, pero más que sentirme apoyada y a salvo, me encontraba con un muro, con una pared. Estuve muy cerca de renunciar, de echarme atrás”, reconoció.
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En este sentido, las víctimas también lamentaron que disponen de poca información sobre el proceso judicial que se abre ante ellas cuando acuden a denunciar. “No sabemos los protocolos que hay, los derechos que nos amparan. Tenemos que saberlo porque de esa forma podemos confiar y sentir el apoyo de los policías, abogados, psicólogos. Habría necesitado que alguien me explicara todo el proceso judicial que se venía antes de presentar la denuncia”.
Otras joven víctima de violencia machista, por su parte, aseguró que “en mi caso la atención que se me prestó en la Guardia Civil fue muy buena. Fue súper rápido, tiraron de mí para contar todo lo que necesitaban saber. Además, me ofrecieron la posibilidad de ir a un juicio rápido, porque mi pareja se declaró culpable, y como no me importaba la pena, denuncié y al día siguiente salí con la sentencia y con una orden de alejamiento”.
Otra mujer, a quien su marido estuvo a punto de asesinar y aún está pendiente de juicio en otra CCAA, aseguró que en su camino “tuve la suerte de encontrarme con la Policía Foral, con Txomin. No me cansaré de agradecerles lo que hicieron por mí, porque me atendieron y me comprendieron desde el primer minuto”, incidió.
Esta víctima de violencia machista fue tajante al asegurar al resto que deben estar “preparadas” porque “lo que viene es muy duro. Da igual que te lo digan, porque lo que viene es extremadamente duro”, y en su caso fue muy crítica con el juzgado que ha instruido su causa y la de los malos tratos sufridos durante 8 años por su hijo. “Mi gran muro fue llegar al juzgado. Es un circo. El circo del sol se queda muy corto. Es el circo de no te escucho, porque mi exmarido ha seguido ejerciendo maltrato hacia mí y hacia mi hijo, pero la jueza no lo ve claro”, afirmó esta víctima, que incidió en que “yo no os podría animar a denunciar, porque me he sentido peor tratada después de denunciar que cuando estaba con ese monstruo, porque mi hijo ya ha estado cuatro veces en el juzgado y tengo que estar repitiendo lo mismo continuamente. ¿Todo eso no se puede concentrar? ¿Se puede rehacer así la vida de alguien?”, se lamentó.