Las temperaturas extremas que ha padecido el territorio alavés durante la última semana han causado estragos, asfixias y mareos a la población, debido a la exposición al sol y al calor intenso que ha llegado a dejar registros históricos de máximas por encima de lo 43 grados. Fruto de las desmesuradas condiciones climáticas, 27 alaveses han sido atendidos por los servicios de emergencias desde el 10 al 18 de julio, afectados por golpes de calor.
Osakidetza ha informado este martes que, de los mismos, 15 requirieron ser trasladados a hospitales de la provincia al necesitar mayor asistencia médica.
184 emergencias y un fallecido por la de calor
Un total de 184 personas han sido atendidas en la última semana en Euskadi, afectados por episodios relacionados con la ola de calor. El grueso mayor de las atenciones se ha producido en Bizkaia con 104 emergencias, seguido de Gipuzkoa con 53 y, por último, las 27 personas mencionadas en Álava.
El mayor número de asistencias se han producido durante los últimos tres días, desde el sábado al lunes, jornadas en las que el calor ha golpeado más duramente al País Vasco. 33 personas fueron atendidas el sábado, 45 el domingo y 35 ayer lunes.
De las 184 personas asistidas, 83 requirieron ser trasladadas a hospitales vascos. 48 en Bizkaia, 19 en Gipuzkoa y 15 en Álava; mientras que otra persona más recibió atención en el Hospital Santiago de Miranda de Ebro. Otras 23 personas fueron trasladadas a centros de salud o puntos de atención continuada, mientras que las 77 restantes no precisaron de traslado. De entre ellas, hay que lamentar el fallecimiento de una persona.
Recomendaciones
Pese al descenso de las temperaturas en las últimas horas, el Departamento de Salud recuerda la conveniencia de mantener aún las recomendaciones hechas públicas la pasada semana, en especial en el caso de población vulnerable, como niños y niñas, personas mayores y personas con enfermedades crónicas.
Como normal general para toda la población, se aconseja beber más líquidos, especialmente agua para evitar la deshidratación y evitar las bebidas que contienen alcohol, cafeína o demasiado azúcar. También se recomienda ingerir comidas ligeras como ensaladas, gazpacho, verduras o fruta, así como alimentarse con productos ricos en sales minerales.
En el hogar hay que cerrar las ventanas y bajar las persianas sobre las que dé el sol. Si se hace ejercicio al aire libre, practicarlo durante las horas de menos calor. Y nunca quedarse o dejar a una persona o animal cerrado en un vehículo estacionado, aunque se encuentre a la sombra. Por otra parte, hay que usar ropa adecuada, holgada, ligera.
En caso de que una persona sufra de insolación, hay que mantenerla en un lugar fresco, cubrirle la cabeza y las axilas con compresas mojadas y frías y darle de beber agua con sal y bicarbonato. Si estuviera inconsciente y vomita, hay que ladearle la cabeza y mantener libres las vías aéreas. En caso de emergencia llamar al 112 o consultar con un médico si los síntomas se prolongan más de una hora.