La caza de ejemplares de jabalí en el humedal de Salburua mediante la técnica de arqueros y flechas se ha saldado con un balance de 27 piezas en los 27 meses en los que ha estado permitida la autorización para terminar con la creciente plaga de esta especie en el este de Vitoria.
El permiso concedido por la Diputación de Álava para abatir jabalíes mediante este singular método de un arquero y flechas terminó el pasado 31 de marzo con un balance de 7 animales muertos. Estos datos se unen a las 14 piezas abatidas en 2019 y la media docena que lograron capturarse en el atípico año 2020.
Cada año se duplica su número
La suma de todo el periodo revela una cifra de 27 jabalíes en esos 27 meses computados, una cifra muy alejada de guarismos con los que pode terminar con una "superpoblación que acarrea problemas al entorno urbano y que cada año se duplica en su número", ha explicado el responsable de Gestión Ambiental, César Fernández de Landa.
Hasta septiembre de 2022
A la vista de estos números la Diputación de Álava ha concedido un plazo de 12 meses para que se proceda a la caza de ejemplares mediante los cercados trampa y se puedan emplear armas de fuego. El periodo habilitado para emplear este métido comenzó el pasado 12 de septiembre y se mantendrá vigente hasta esa misma fecha del año 2022.
Se trata de cazar ejemplares facilitando, mediante el cebo de comida, su entrada en un recinto vallado y cuando haya un número elevado de jabalíes se procede a cerrar las puertas para que no puedan salir y su posterior sacrificio.
Críticas de Elkarrekin
Este balance de los últimos ejercicios a la hora de tratar de reducir la población de jabalíes en Salburua, así como el nuevo método que ya se puede emplear no ha sido del agrado de Elkarrekin Gasteiz. Su portavoz, Óscar Fernández, ha abogado por realizar "un estudio científico" que permita concretar el número exacto y tener una radiografía concreta sobre las cabezas existentes en Salburua.
Ha reconocido como "poco efectivo" el método empleado hasta ahora de los arcos y flechas y ha acusado también a Fernández de Landa de "incumplir su palabra al intentar evitar las armas de fuego" para mitigar la presencia de esta especie en Salburua.
Ha defendido su posición Fernández de buscar algún tipo de solución menos traumática que el uso de armas de fuego para reducir la amplia colonia de jabalíes en Salburua.