Nueva York es posiblemente una de las ciudades más conocidas en todo el mundo. Y gran parte de las personas que la conocen, capaces de describir su apariencia con los ojos cerrados, ni siquiera han vivido ni viajado a ella. Esto tiene su motivo.
Las películas de Hollywood han sido el gran escaparate de la ciudad de Nueva York. Tanto las policíacas como las de agentes especiales, los largometrajes han enseñado al resto del mundo sus lados positivos y negativos. Los altos rascacielos, la delincuencia, el metro subterráneo y los tranquilos parques como Central Park forman parte del conocimiento colectivo a nivel global.
Pero esta gran ciudad situada en la costa este de Estados Unidos en la que viven más de ocho millones de personas esconde algún que otro secreto que, pese a que se pueda conocer a simple vista, puede resultar sorprendente.
Así lo cuenta el creador de contenido en TikTok @elederiglesias, que en su reciente viaje al país presidido por Donald Trump ha compartido con sus seguidores su experiencia en diferentes puntos de la ciudad.
3 curiosidades que no existen en Europa
Uno de los vídeos ha servido como explicación de tres curiosidades de la ciudad de Nueva York que muy pocos conocen y que difieren con las calles de muchos puntos de Europa. El primero de ellos, probablemente el más llamativo, es el de las escaleras de emergencia.
En las películas estas superficies han dado mucho juego a lo largo de la historia. Ya sea como vía de escape a la calle durante una persecución o como método para entrar en un domicilio. Pero lo que muy poca gente sabe es que, tal como su nombre indica, estas escaleras únicamente pueden utilizarse en casos de emergencia. Eleder comenta que su uso está tan limitado que "no puedes ni salir a fumar un cigarro". En caso de ser visto por la policía subido a alguna de estas escaleras, la multa a pagar no va a ser barata.
En segundo lugar están los semáforos. Sí que es verdad que su utilidad es la misma en todo el mundo, pero la forma en la que están representados los peatones no. Esto se debe a que en Europa es muy común ver a una persona de color rojo en la pequeña pantalla del semáforo, mientras que en Nueva York aparece una mano indicando que el paso no está disponible para los transeúntes.
Por último, pero no por ello menos importante, están las diferencias en el interior del transporte público. En lo que se refiere a los autobuses de Nueva York, menos populares que los conocidos taxis de color amarillo, no cuentan con el típico botón pequeño que sirve para notificar al conductor que un usuario desea bajarse en la siguiente parada. En cambio, existen unas bandas, muy similares a las LED debido a su color amarillo, que sirven para esa misma función.
Al fin y al cabo, la ciudad de Nueva York es mucho más de lo que aparece en las películas. Entre los altísimos rascacielos se esconden todo tipo de secretos y curiosidades que, a no ser que se descubran en persona, pasan desapercibidos entre el ruido y la gente.