Doscientas cincuenta y dos viviendas en el barrio de San Jorge y otras 80 en Beloso (carretera de Sarriguren) van a ser las primeras en Pamplona en ser incluidas en el programa especial que ha puesto en marcha el Gobierno de Navarra para la rehabilitación y mejora energética.
En el caso de las 252 viviendas de San Jorge, la inversión prevista es de 2,1 millones de euros, de los cuales 1,1 corresponden a los fondos europeos Next Generation, 540.000 al Ejecutivo foral, 432.000 al Ayuntamiento de Pamplona y 44.000 a la financiación de los particulares.
Las viviendas están situadas entre las calles Doctor Labayen y avenida Sanduzelai, junto a las antiguas casas de Gridilla. Dos de los portales ya han sido reformados y en breve comenzarán las obras en los 5 restantes y en otro proyecto en un edificio colindante.
Aspecto actual que presentan las viviendas de San Jorge incluidas en el plan de rehabilitación.
Recreación del aspecto que presentará el mismo edificio tras las mejoras.
Para las 80 viviendas de la carretera de Sarriguren, la inversión es de 594.000 euros, que se dividen en las siguientes cantidades: 242.000 euros de los fondos Next Generation, 120.000 del Gobierno de Navarra, 96.000 del Ayuntamiento y 136.000 de particulares.
La intervención afectará a 5 edificios con 10 portales en total, con la previsión de que las obras puedan empezar antes del verano según han confirmado este lunes desde el equipo de arquitectos encargado del proyecto.
Diez municipios de Navarra
El programa de Barrios del Gobierno foral está destinado a regenerar entornos urbanos y espacios públicos a escala de barrio que, por su estado de deterioro o vulnerabilidad social, requieran una intervención especial por medio de la rehabilitación energética integral de sus edificios.
Contempla la rehabilitación energética de 480 viviendas en edificios comunitarios que ya tienen acuerdo.
La delimitación de los ámbitos, los llamados ERRP (Entornos Residenciales de Rehabilitación Programada), ha correspondido a los propios ayuntamientos que se han propuesto participar en el programa. Estas actuaciones serán ampliables, en posteriores fases, a más otro millar más de viviendas incluidas en estos ERRP.
Las viviendas que se reformarán en las primeras actuaciones están distribuidas en 11 barrios de 10 municipios: Pamplona, que aporta dos (San Jorge y Beloso), Burlada, Ansoáin, Villava, Tudela, Estella, Tafalla, Lesaka, Lekunberri y Uharte-Arakil.
Estas intervenciones prevén una inversión total de 15 millones de euros, fundamentalmente destinados a acometer envolventes térmicas de edificios de vivienda colectiva, mejoras de su eficiencia energética y algunas actuaciones en los espacios públicos.
Esta actuación se verá favorecida por una inyección de 7,6 millones de euros –la mitad a cargo del programa europeo Next Generation– supeditada a la obtención de determinados niveles de ahorro energético, a los que se sumarán otros 3,6 millones que concederá el Gobierno de Navarra por medio de su sistema permanente de subvenciones y otros 800.000 euros que aportarán las propias entidades locales.
Las ayudas estarán, en cualquier caso, condicionadas a que las comunidades vecinales beneficiarias promuevan ahora los proyectos de rehabilitación de sus edificios y movilicen los 3 millones restantes del programa con su propia inversión privada.
Compromiso de la mayoría progresista
De forma paralela, los grupos progresistas del Ayuntamiento de Pamplona han consensuado una declaración que será debatida en el Pleno de este jueves sobre los compromisos en política social de vivienda que Navarra Suma ha incumplido.
La propuesta, firmada por EH Bildu, PSN y Geroa Bai, se ha tramitado pocos días después de que el consejero de Vivienda, José Mari Aierdi, emplazara al alcalde Maya a desbloquear la firma de un convenio para la construcción de 250 viviendas protegidas en Pamplona.
El acuerdo se adoptó hace un año, pero el Ayuntamiento ha ido retrasando la firma planteando continuas aclaraciones en lo que parece un intento deliberado para evitar llevar a la práctica dicho convenio.
La fórmula consistiría en la cesión a Nasuvinsa de 6 parcelas de titularidad municipal para construir en ellas viviendas públicas de alquiler y de alta eficiencia energética, principalmente destinadas a personas jóvenes o familias con menos ingresos.
A la finalización del periodo de cesión (entre 50 y 75 años) dichas parcelas y las edificaciones volverían a ser propiedad del Ayuntamiento.
Las formaciones progresistas se comprometen a promover en base a esta fórmula, en colaboración con el Gobierno foral, la construcción de 350 viviendas (el 50% para gente joven) e ingresar por la venta de suelo 1,5 millones de euros.
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