Médicos del Mundo ha pedido este miércoles al Parlamento de Navarra que apueste por su trabajo contra la mutilación genital femenina porque en Navarra hay 4.000 mujeres que provienen de países en los que se mantiene esta práctica y eso puede ser un riesgo para ellas y para sus hijas.
Durante una sesión de trabajo solicitada por todos los grupos que componen la Cámara, representantes de esta ONG internacional han expuesto su proyecto para la prevención, el empoderamiento de las mujeres, la sensibilización, la formación y el fomento de nuevas masculinidades.
En este sentido Farmata Ly Watt ha recordado que en Navarra trabajan desde 2008 en la prevención de la mutilación genital femenina, una práctica con "muchos métodos" y que "en ningún momento" recomienda el Coran que, al contrario, pide "proteger a nuestras hijas".
Según ha indicado se trata de "controlar la sexualidad de las mujeres", un práctica "ancestral muy arraigada" en diferentes países y que tiene numerosas consecuencias en la salud, incluso la muerte que no se reconoce sino que se atribuye a la mala suerte o el mal de ojo, y que también causa daños psicológicos de los que tampoco se habla, un silencio "por miedo o vergüenza".
Tras indicar que hay países que mutilan a niñas de 6 meses, ha añadido que de un lugar a otro puede cambiar el por qué pero no el "miedo al rechazo" que sienten las victimas de esta práctica prohibida a nivel internacional desde 1999 pro que en la práctica no se persigue como debiera.
Ly Watt ha valorado por eso que en España se considere la mutilación genital femenina una forma de violencia de género, como en la normativa navarra, igual que el protocolo de 2013 aprobado en la Comunidad Foral y el convenio suscrito por Médicos del Mundo con el INAI en 2018.
"El protocolo de Navarra es un referente a nivel estatal", ha dicho, pero también ha defendido la necesidad de actualizarlo para mejorar la formación, detectar desde el ámbito educativo posibles riesgos para las niñas, impulsar la sensibilización, también entre los hombres, favorecer la empatía de los profesionales de ginecología y neurología o incluir en la historia clínica de las mujeres mutiladas la ablación porque las infecciones de orina son recurrentes y necesitan un control y seguimiento.
Otros retos que se plantea Médicos del Mundo son conocer todos los casos reales porque hay mutilaciones que no se aprecian fácilmente y el riesgo es que eso lleve a repetir esta práctica en las menores sin miedo a ser descubiertos, así como las poligamias y matrimonios forzosos, una "lacra" para niñas a las que obligan a viajar a sus países para contraer matrimonio.
En sus respectivos turnos, todos los portavoces parlamentarios han agradecido la labor que lleva a cabo la ONG en Navarra y en especial contra la mutilación genital femenina, una forma de violencia de género y una vulneración de los Derechos Humanos.
Además Isabel Olave, de Navarra Suma, ha valorado el protocolo que se aprobó con un Gobierno de UPN y que recogió "en su totalidad" las aportaciones que hizo Médicos del Mundo, y lamentado que no se aprobara una enmienda de su grupo a los presupuestos sino otra de menor cuantía.
Nuria Medina, del PSN, ha destacado el trabajo comunitario que en prevención, sensibilización y atención a las víctimas se realiza, abogado por un enfoque multidisciplinar y destacado que ha sido el actual Gobierno a través del INAI el que ha firmó un convenio de colaboración.
Jabi Arakama, de Geroa Bai, ha señalado que la ablación femenina es una práctica mas extendida de lo que parece revestida de "excusas cultuales e incluso sanitarias", aunque también ha visto motivos para la esperanza ante el descenso de la incidencia en los últimos años.