No hay sensaciones más placenteras que sentarse a comer tras un duro día de trabajo. Y para ello es primordial contar con platos que sean los mejores para el paladar, aquellos elaborados con cariño y los mejores ingredientes posibles.
Pero además de los platos en sí, también hay que tener en cuenta los acompañamientos. Ya sean ensaladas, patatas, verduras o salsas, forman parte de la alimentación y son clave para aportar sabor y variedad al resultado final.
En cuanto a estos últimos, las salsas, una de la más utilizada es la de tomate, que funciona a la perfección en los platos basados en pasta, entre otros muchos. Si se elabora de forma casera, es muy probable que en primera instancia su sabor sea algo ácido, ya que dicha verdura cuenta con ácido cítrico entre sus propiedades.
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Para dejar a un lado este sabor que puede resultar desagradable para muchas personas, la forma más simple es añadiendo un poco de azúcar a la salsa. De esta forma, el dulce contrasta con el ácido y elimina por completo este último. Pero esto tiene sus consecuencias, ya que convierte la salsa en una menos saludable en comparación a todos los beneficios que aporta el tomate.
La OMS recomienda un consumo diario para una persona adulta de 25 gramos de azúcar, la cual es generalmente ingerida de forma indirecta a través de otros alimentos. Por ello, el hecho de incluirlo en la salsa de tomate va a hacer que se sobrepase con facilidad esa barrera estipulada.
Con esto en mente, el conocido chef Karlos Arguiñano cuenta con cuatro soluciones para poner fin a la acidez de la salsa de tomate que, de forma más saludable, hace uso de productos naturales que aportan un toque diferente al producto final.
El cocinero Karlos Arguiñano entre los fogones
4 alimentos alternativos al azúcar
Arguiñano sabe perfectamente lo perjudicial que puede llegar a ser consumir azúcar en exceso. Por este motivo, aquí van cuatro alternativas para eliminar la acidez de la salsa de tomate:
Sofrito de cebolla
La cebolla también cuenta, al igual que el tomate, con sus propios azúcares naturales. Para aumentar su eficacia, Arguiñano recomienda pocharla a fuego lento con algo de aceite de oliva, ya que es en este tipo de cocinado en el que más desprende esta propiedad. Una vez caramelizada y añadida a la salsa de tomate, se puede triturar para evitar notar su presencia en la textura.
Zanahoria
Esta verdura también es una alternativa saludable al azúcar. Esto se debe a que cumple la misma función pero con el añadido de que suma fibra y vitaminas a la salsa. Puede incluirse simplemente picándola o rallándola de forma que quede suave en la mezcla y se adhiera al sabor del tomate.
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Nata ligera o leche
Los productos lácteos también funcionan muy bien para contrarrestar la acidez del tomate. El problema con estos reside en que cambian la textura y el sabor del tomate, por lo que es recomendable no añadir grandes cantidades. Tanto la leche como la lata baja en materia grasa son ideales para lograr resultados más cremosos.
Tomates maduros
Finalmente, pero no por ello menos importante, está la opción del uso de los tomates con menor porcentaje de acidez. Este punto se logra en el momento en el que están más maduros, haciendo que la salsa mantenga completamente el sabor a tomate.
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