En el año 2024, 40 años después de que comenzara su producción en Landaben, Volkswagen Navarra dejará de fabricar el modelo Polo. Es una de las consecuencias que va a tener para la factoría navarra el tránsito hacia la fabricación del coche eléctrico, pero no la única que preocupa a los empleados, que van a ver cómo en los próximos años el trabajo va a escasear para aproximadamente la mitad de la plantilla.
A pesar de que la compañía alemana invertirá más de 1.000 millones en los próximos años las necesidades de personal se han reducido ampliamente al estar prevista la fabricación de menos vehículos. Hasta mediados de 2026 la planta no funcionará con regularidad tanto por la entrada en vigor de la nueva normativa europea, que hay que ver en qué medida obligará a sustituir los motores de combustión, como por el lanzamiento del coche eléctrico. El comité de empresa recibió este martes información detallada sobre proceso, que califica de "preocupante".
El año que viene cesará la producción del Polo en VW Navarra, que viene fabricándose desde 1984, y solo se montarán el Taigo y el T-Cross para ir dejando espacio en chapa a los modelos eléctricos. En 2025 la producción se reducirá todavía más con la llegada de la nueva legislación sobre emisiones, con periodos de parada de la fábrica aún más amplios y semanas de dos o tres días de actividad y solamente dos turnos de producción, y en 2026 se producirá una cierta mejora en la situación por el aumento de coches eléctricos a fabricar.
Periodo de transición en la planta de Landaben, en el que el comité de empresa y dirección de la factoría no han acordado cómo mantener el empleo en esta coyuntura.