Después de la vivienda, el bien de mayor valor económico que posee una persona suele ser su coche. Pese a que sus precios pueden variar de forma considerable, su potencial robo puede repercutir en sus usuarios ya que por lo general se le suele dar un uso cotidiano. Ya sea para ir al trabajo, hacer la compra o desplazarse a diversos lugares los fines de semana, el coche forma parte de la vida cotidiana.
Pero dejando a un lado su uso durante el día, el automóvil no se puede dejar aparcado en cualquier sitio. Los garajes son los lugares óptimos para hacerlo, pero no todo el mundo cuenta con uno, ya sea por el lugar de residencia o por motivos económicos, ya que no pueden gastar una mensualidad en una plaza. La última opción es dejarlo en los aparcamientos situados en la calle a merced de posibles robos o daños por parte de terceras personas.
En caso de optar por esta última opción, existen una serie de consejos para evitar que te roben el coche tras aparcarlo. Utilizando alguna de estas estrategias, la probabilidad de ser robado se reduce de forma considerable, por lo que van a disminuir también el porcentaje de disgustos al día siguiente al ver que falta algún objeto de dentro del coche o alguna parte del mismo.
No dejar objetos de valor a la vista
Es muy importante que el coche pase desapercibido respecto a los automóviles de alrededor, tanto en su exterior como en su interior. En cuanto a esta última parte, al abandonar el vehículo y dejarlo aparcado en un lugar público, es importante no dejar objetos de valor a la vista. Ejemplo de ellos pueden ser carteras, bolsos, teléfonos móviles, joyas o dinero en efectivo.
En vez de dejar este tipo de objetos sobre los asientos o a la vista del exterior, es mejor dejarlos bien guardados en la guantera o en el maletero, de forma que no estén a la vista. Incluso mejor es directamente no dejarlos en el coche, si no llevarlos encima, ya que esto reduce aun más la posibilidad de robo.
Utiliza una alarma y un localizador GPS
Hay que pensar que un coche es un bien de gran valor, por lo que al igual que se instalan alarmas en las viviendas, también es posible hacerlo en los vehículos. Muchos de ellos, sobre todo los modelos nuevos, ya cuentan con una incorporada, pero es recomendable igualmente instalar una externa para mejorar su función.
Además de la instalación de una alarma, también es recomendable colocar un localizador GPS escondido en alguna parte del vehículo. De esta forma, en caso de que un ladrón se desplace en el coche a un lugar concreto, será posible conocer la localización del mismo a tiempo real.
No repetir estacionamiento dos días seguidos
En caso de no contar con un garaje para estacionar el vehículo y estar forzado a hacerlo en la calle, es importante no repetir estacionamiento varios días seguidos. Dejar el coche siempre en el mismo sitio va a aumentar la sensación en otras personas de que está abandonado, por lo que se incrementa la probabilidad de que éste sea robado o dañado.
Aparcar en calles seguras, iluminadas y concurridas
El lugar de aparcamiento, pese a ser en la calle, es sumamente importante a la hora de proteger el vehículo. Esto se debe a que en una misma ciudad existen calles con mayor nivel de delincuencia que otros. Por ello, es imprescindible conocer los detalles de los lugares con mayor índice de criminalidad y evitarlos a toda costa.
Dejando a un lado la criminalidad, también es recomendable optar por calles que estén bien iluminadas y sean concurridas, para que los ladrones tengan una menor probabilidad de éxito a la hora de robar o dañar un automóvil.
Utilizar un parking vigilado
Después de los garajes privados, la mejor opción para dejar un coche es en un parking vigilado. Además de cámaras de seguridad, éstos también cuentan con personal de seguridad que vigilan en todo momento el perímetro e interior del aparcamiento. En contraparte, al contrario que los aparcamientos en la calle, el parking vigilado suele tener un coste económico, por lo que es posible que no sea una opción óptima de uso diario.