Ya sea por un cambio de domicilio al alquilar o comprar una vivienda, por trabajo, o por regresar a la comunidad o país de origen, los cambios de residencia recuperaron en Navarra los números previos a una pandemia que paralizó los planes de muchos ciudadanos que tenían planeado realizar una mudanza antes de que llegasen las múltiples restricciones que seguro paralizaron cientos de proyectos de vida.
En concreto, el Instituto de Estadística de Navarra-Nastat contabiliza 50.402 variaciones residenciales en los que la comunidad se ha visto afectada, ya sea por acoger población o por perderla, cifra que es un 15,5% superior a la de 2020 pero que no alcanza todavía a los niveles prepandemia.
De todos los cambios la mayoría, 20.094 –un 39,9%–, corresponden a cambios de un municipio a otro de Navarra, apartado que ha crecido un 13,9%. El tipo de variación que más ha aumentado, especialmente tras el fin de las restricciones de viajes, son las entradas a Navarra desde otros países, un 29,8% llegando a las 8.336 migraciones internacionales.
Las altas (8.616, +4,3%) y las bajas (8.160, +15,5%) entre Navarra y otras comunidades completan una tabla en la que también se incrementa de forma importante las bajas hacia otros países (+16,6%), especialmente hacia América, a donde fueron uno de cada tres navarros que cambiaron de estado.
En balance, a pesar de la subida en salidas se mantiene estable la diferencia entre altas y bajas, elevando ligeramente el saldo migratorio de 3.158 personas en el curso pandémico a 3.596 en 2021.
En edad de trabajar
La gran mayoría de las personas que llegan a Navarra son jóvenes en edad de trabajar. Por ejemplo, tienen entre 16 y 64 años el 78% de los migrantes de nacionalidad extranjera, de los cuales un 53,3% eran hombres y un 46,7%, mujeres.
Con un perfil muy similar proceden las personas desde otras comunidades, las cuales un 77% son población activa. De ellos, tienen nacionalidad española el 45,2%, el 40% son extranjeros y un 14,9% regresa a Navarra tras nacer aquí.
En el año 2014, las altas de población de nacionalidad española y extranjera eran similares, mientras que a partir de ese año crecieron las altas de extranjeros llegando a representar dos tercios del total. El pasado año las cifras bajaron ligeramente y representaron un 59,7%.
De las altas procedentes de otras comunidades, el 33,6% son de personas de nacionalidad extranjera mientras que, de las altas procedentes de otros países, el 86,6% tienen nacionalidad extranjera.
Además, en 2021 destacó el hecho de que el peso de las altas desde el extranjero es mayor que las inmigraciones de otras comunidades, quedando con cifras similares (49,2% y 50,8% respectivamente).
Aumentan las salidas
Las bajas residenciales aumentaron en Navarra un 15,9% respecto al año anterior, el mayor aumento desde 2012. Los movimientos de salida a otras comunidades aumentaron un 15,5% y los movimientos al extranjero un 16,6%, llegando a una subida del 28,8% respecto a 2019.
Las salidas de Navarra hacia otras comunidades son de personas de 16 a 64 años (79,4%) y de nacionalidad española (70,0%) y nacidas en España (62,9%), mientras que las realizadas al extranjero son de personas de 16 a 64 años (82,2%), y de nacionalidad extranjera (81,4%).
En detalle
Los 50.402 cambios
Interior en Navarra 20.094
Alta internacional 8.336
Alta entre comunidades 8.616
Baja entre comunidades8.160
Baja internacional 5.196
Entre países
-27,4% de inmigración respecto a 2019. En 2021 la inmigración a Navarra bajó un 27,4% respecto a 2019. Respecto al origen, el año pasado el peso del número de personas procedentes de Marruecos descendió de 23,5% a 22,7%, mientras que el flujo desde Rumanía se dobló (de 6,4% a 13,2%).
+28,8% salidas al extranjero respecto a 2019. El número de emigraciones creció en 2021 un 16,6% respecto a 2020 y un 28,8% respecto a 2021. El destino preferido es América (34,2%).
Entre comunidades
La CAV, principal lugar de procedencia y destino. La CAV es el principal punto de donde procede la migración entre comunidades (18,5%) y también el principal destino de los navarros que van a otra comunidad (17,6%).
Variaciones interiores
Altas
Pamplona 13.747
Tudela 1.711
Ribera 1.293
Noroeste 1.118
Tierra Estella 901
Navarra Media Oriental 807
Pirineo 517
Bajas
Pamplona 13.825
Tudela 1.753
Ribera 1.127
Noroeste 1.050
Tierra Estella 917
Navarra Media Oriental 848
Pirineo 517
Burlada vive un fuerte incremento como localidad de destino
De las 20.094 migraciones interiores en Navarra, la mayor parte se concentró en las zonas con principales núcleos de población, especialmente en Pamplona, que fue origen o destino del 57,7%. A la capital le siguió Tudela, (6,1%) mientras que las migraciones de Pamplona a Pirineo (2,6%), las de dentro de la zona Noreoeste y las de dentro de la zona Ribera (2,5% cada una) completan las de mayor relevancia.
En cuanto a las principales variaciones por municipio de procedencia, la mayoría se dan en Pamplona (27,8%), Barañáin (5,6%), Burlada (5,3%) y Valle de Egüés (5,0%). En cuanto a las localidades de destino, la mayoría de mudanzas se dirigen hacia Pamplona (26,7%), Burlada (8,0%), Valle de Egüés (5,4%), y Barañáin (4,0%).
En todos los casos, el orden sigue igual al año anterior y las cifras son similares en porcentajes salvo en el caso de Burlada, que ha registrado un fuerte incremento como municipio de destino –principalmente por la construcción de Ripagaina– ganando 2,5 puntos porcentuales respecto a 2020.
Según señala el Nastat, este año las dinámicas internas “han cambiado bastante”, y la zona de Pamplona es la única que disminuye su saldo de migraciones interiores respecto al año anterior pasando a un saldo negativo (-78), mientras que el resto de zonas aumentan su ratio altas/bajas en relación a las migraciones interiores.
La zona Noroeste pasa de perder habitantes que se van a otras zonas de Navarra (-52) a aumentar su población con personas venidas de otras zonas de la comunidad (+68). Por su parte, la Ribera sigue presentando un saldo migratorio interior positivo que es mayor que el año anterior (+166). El resto de zonas presentan saldos negativos, pero en menor medida que en 2020.