Todo comenzaba cuando Gaby preguntaba: “¿Cómo están ustedes?” y todos, desde el salón de nuestra casa, contestábamos a voz en grito: “¡Bien!”. Ese era el principio de, probablemente, el mejor rato de toda la semana para los más pequeños de la casa. Acaban de cumplirse 50 años de la primera aparición en TVE de Gaby, Fofó, Miliki y Fofito un 19 de julio de 1973. Por entonces, con el título de Los Payasos y la intención de realizar solamente 13 programas. Pero el éxito fue desbordante y el espectáculo, renovado, pasó a llamarse Las aventuras de Gaby, Fofó y Miliki hasta que en la primavera de 1974 adoptó el que ya fue su título definitivo y más conocido: El Gran Circo de TVE, sustituto de Los Chiripitifláuticos.
Herederos de una gran tradición circense familiar, los Aragón fueron contratados por TVE en 1972. Tras el traumático fallecimiento de Fofó en 1976, se unió al grupo el hijo de Miliki, Emilio Aragón, como Milikito. Mudo y con su cencerro a cuestas. En 1981, este abandonó el programa y se incorporó Rody, hijo pequeño de Fofó, hasta que en 1983 el programa, con sus miembros más originales, fue retirado.
AVENTURAS Y CANCIONES
Lo que no cambió en todos sus años en antena fue el esquema del programa, con su gag cómico de presentación; el número circense de turno; La Aventura, en la que los miembros de la compañía vivían mil peripecias acompañados de otros actores, especialmente Fernando Chinarro, y la despedida en la que interpretaban alguna de aquellas famosísimas canciones que han quedado en el imaginario colectivo. Hola don Pepito, que se ha cantado hasta en estadios de fútbol de grada a grada; La gallina Turuleca; Susanita; El auto nuevo, con su “¡rojo, amarillo y… verde!”; Cómo me pica la nariz, Mi barba tiene tres pelos o el Feliz en tu día con el que tantas personas han celebrado sus cumpleaños.
Y si las canciones se hicieron míticas, no lo fueron menos las frases que los payasos acuñaron y de las que toda una generación se acuerdan. “Porque esto es una barbaridad muy bárbara”, “¡El mar, idiota, el mar!”, “¡Sorroco, aulixio!”, “Señorita, es usted muy bonita y tiene la cara de una patata frita”, “¡Has hecho el ridícalo!”, “Se me lengua la traba” o “¡Ay Satanás, qué miedo me das!”.
Hay quien cree que El Gran Circo de TVE puede considerarse todo un fenómeno sociológico en aquellos años 70. Lo cierto es que, después de sus primeras emisiones en las sobremesas de los jueves, tras el Telediario, y cuando ya pasó a ocupar su espacio definitivo en las tardes de los sábados, pocos programas concentraban a toda la familia ante el televisor como lo hicieron Gaby, Fofó, Miliki y Fofito. Porque “había una vez un circo, que alegraba siempre el corazón”.