6.000 memorias sin recuerdos

Somos recuerdos, pero si estos desaparecen, podemos olvidar quiénes somos. Así comienza la campaña contra el Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa que afecta a 6.000 alaveses y a más de 35.000 personas de forma indirecta, ya sean familiares o cuidadores. Ayer, con motivo de la celebración de su día mundial, se realizó un acto institucional en las Juntas Generales de Álava con el objetivo de reconocer el trabajo de Afaraba, la asociación que trabaja para mejorar la calidad de vida de quienes padecen la enfermedad y de su entorno. También se recordaron los actos que se van a celebrar para su concienciación social en diferentes puntos de la Llanada Alavesa. Por ejemplo, a las 21.00 horas se realizó un encendido de luces en los edificios de diferentes municipios.

Desde ayer y hasta el próximo 7 de octubre, el programa de Afaraba contará con campañas educativas que tienen como objetivo principal llegar a las casi 2.000 personas que sufren la enfermedad en la zona rural del territorio histórico; un maratón fotográfico y una unidad móvil que estará desde mañana hasta el próximo 7 de octubre, donde los interesados podrán realizarse un test de detección para saber en qué situación se encuentra su cerebro. El autobús estará durante cinco días en diferentes barrios de Vitoria y también en Agurain y en Dulantzi.

En el acto, las instituciones reivindicaron a favor de la investigación de este tipo de demencias y visibilizaron el esfuerzo de aquellas personas, asociaciones e instituciones que trabajan entre "idas y venidas entre la ilusión de poder ayudarle y la impotencia de no poder hacerlo como les gustaría, de la satisfacción en algunos momentos al agotamiento en otros muchos, y sobre, todo de la incertidumbre de no saber cómo será el día de mañana", según palabras del presidente de Juntas Generales, Pedro Elosegi .

El presidente de Afaraba, Miguel Ángel Echevarría, se mostró muy emocionado ante este reconocimiento, ya que el Alzheimer es una enfermedad que ha vivido muy de cerca: "Hace dos años falleció mi esposa después de estar trece años como cuidador de ella. A mí me parecieron años maravillosos, porque para poder serlo debes tener tres condiciones: paciencia, amor y dedicación. Ahora estoy trabajando con la asociación para llevar a buen fin todos los proyectos".