Milagros García Crespo tiene 89 años y fue la primera mujer consejera en un Gobierno Vasco, en concreto de Economía. Fue además primera mujer decana en el ámbito universitario de todo el Estado y fue la primera mujer presidenta del Tribunal Vasco de Cuentas y del español.
Con este currículum no hay que podamos decirle sobre techos de cristal o sobre las conquistas de las mujeres. Sin embargo, con una humildad admirable limita sus logros a un "llegué un poco antes, nada más".
"Pavonearse es una de las cosas más tristes que existe y la sinceridad es un valor", subraya. En su opinión la conquista de espacios antes sólo reservados para hombres era una cuestión de tiempo y en su opinión. "ese tiempo ha llegado".
“ Las mujeres ahora tienen una responsabilidad fuerte pero tienen algo de lo que yo carecí: e compañerismo ”
Milagros García Crespo, primera mujer consejera en el Gobierno Vasco
Sí considera que hay un cambio sustancial respecto a lo que ella ha vivido y es que cada vez son más las mujeres en puestos de dirección. "Las mujeres ahora tienen una responsabilidad fuerte pero tienen algo de lo que yo carecí: compañerismo. En el GV era la única mujer, en el tribunal de cuentas de Madrid también y se nota. Me hubiera gustado tener a alguien más", reconoce.
Sin embargo y a pesar de ocupar puestos tan importantes, afirma no haber vivido situaciones machistas. "Algunos fueron enemigos pero hubiera dado igual que fueran mujeres", matiza.
María Tato, directiva de la Federación Española de Fútbol y presidenta de la Asociación de Mujeres Directivas de Euskadi, coincide con Milagros en que no se ha sentido rechazada por ser mujer pero no esconde que trabaja en un ámbito muy masculinizado.
"Cuando tenía 25 años y tuve un cargo en Cebek era una rara avis. Éramos muy pocas y ni siquiera nos relacionábamos entre nosotras. Ellos siempre tenían núcleos de cercanía y tú estabas excluida", recuerda. Ahora en el mundo del fútbol reconoce que sigue viviendo a diario esta situación. "Pensamos de diferente manera, ni mejor ni peor. Nuestra perspectiva es distinta. Cuando me encuentro con más mujeres se genera una especie de hermandad", asegura.
“ Yo no me he sentido despreciada pero cuando lo piensas ves que no me lo han puesto fácil. Entre ellos creaban un círculo cerrado donde no he tenido acceso. ”
María Tato, directiva de la Federación Española de Fútbol
"Habré caído mejor o peor pero no he sentido falta de simpatía por ser mujer", afirma. Sin embargo subraya que en el trabajo que ahora desempeña, en la preparación de la Copa del mundo España-Portugal es la única mujer.
Marta Martin, periodista y primera mujer en dirigir el diario Deia, no se considera especial pero sí cree importante lo que supone que haya llegado al puesto que ahora desempeña. "Nuestra llegada puede cambiar las cosas. En el Noticias de Alava fui la segunda directora pero la posición no es relevante", afirma. "El techo se rompe, accedemos en igualdad de condiciones y marca la pauta para quienes llegan después", remarca.
“ Ahora nadie se cuestionará si una mujer puede dirigir Deia ”
Marta Martin, primera mujer en dirigir el diario Deia
Y es que en los medios de comunicación las mujeres han estado muchas veces en segundo plano como ha relatado Marta. Y las secciones son un ejemplo de ello. "La de deportes está muy masculinizada. Política y Economía más de hombres, nosotras más en el chiquiteo de la calle. En el Parlamento, la sala de prensa está llena de mujeres, muy buenas compañeras pero la repercusión mediática se la llevan ellos", lamenta.
Recuerda por ejemplo cuando comenzó en la profesión y cubría la actualidad del Parlamento Vasco. "Un parlamentario del PP me dijo que debatían en el grupo parlamentario mi edad porque parecía una niña" recuerda. No perdona, no soy una niña, soy periodista",
Esto afortunadamente también ha cambiado. Marta recuerda sus comienzos como "plumilla". "Me he encontrado hombres de clase política dando palmadas a otros hombres periodistas pero nunca a una mujer. He tenido que hacer mucha cosa menor en comparación a mis compañeros. Ha habido situaciones machistas. Ahora ya no", se congratula.
Ley de paridad
Este 8-M llega con la recientemente aprobada ley de paridad por parte del Gobierno español. Dice María Tato que no se lo cree. "Si hace cuatro años me preguntabas por la cuota, te decía que no. Ahora estoy convencida de que es necesaria en el ámbito empresarial porque en la política ha funcionado", asegura convencida. "Habrán analizado que no hay manera de que las mujeres entren en esos consejos de dirección. Me parece correcto porque la recomendación es papel mojado", señala.
No las tiene todas consigo Milagros que dice aceptar las cuotas como una evolución de la sociedad pero apuesta más por los méritos. La anécdota que ha compartido hoy con nosotros dice mucho al respecto.
"Cuando estudiaba mercantil en la universidad de Elcano en los años 50 éramos 6 mujeres y los hombres 25. Había un viaje de estudios y éramos seis estudiantes los que podíamos ir. El profesor propuso tres chicos y tres chicas. Yo dije que no, que debían ir los mejores. Y así fue. ¿Sabes cuántas mujeres fueron? Fueron cinco mujeres y un hombre", destaca.
"Es que no tiene por qué ser el 40 o el 60%. ¿Cuántas mujeres entran en medicina y la judicatura? Muchísimas. Se contempla no el género sino la calidad. Que entre gente buena", apuesta.
En este sentido María Tato cree que con esto no vale. "Cuando pasan los años y vemos que el 50% de la población es mujer y solo el 6% llega a la presidencia de empresas del Ibex es que algo hacemos mal. Si lo podemos acelerar, adelante", insiste.
Recuerda María lo que le ocurrió en una reunión con la dirección de la empresa Indra. "Fuimos un hombre y yo a Indra y al finalizar le dicen a mi acompañante ¡qué buena tu secretaria, que rápido escribe! y resulta que él era él mi asistente".
En la misma línea se pronuncia la directora de Deia. "Creo que en igualdad de condiciones, no se tiene en cuenta tanto a las mujeres. Estamos muy preparadas", afirma Marta Martin. Sin embargo, no esconde sus dudas sobre la ley de paridad. "Lo de las cuotas me da miedo. Creo que hay un doble discurso hipócrita. Nosotras no tenemos que demostrar nuestros méritos. Nos lo hemos ganado", remarca.