Como ya viene siendo costumbre, apenas recién comenzada la temporada, ya está aquí el primer título en juego para el Bera Bera. La Supercopa Ibérica en su segunda edición se juega este fin de semana, y las donostiarras persiguen revalidar el título en la localidad portuguesa de Maia.
A unos pocos kilómetros al norte de Oporto, en el pabellón municipal de esta ciudad de algo más de 130.000 habitantes, el conjunto un año más, y ya van doce, dirigido por Imanol Álvarez tiene como claro objetivo hacerse con un nuevo trofeo que haga aún más grande la reciente época en las más de cuatro décadas de historia del club.
Teniendo en cuenta que hoy por hoy el balonmano estatal se halla, en condiciones normales, por encima del emergente luso, y que se lo llevó todo durante el anterior ejercicio, es una evidencia que Bera Bera parte como favorito, comenzando por las semifinales que se juegan hoy, en las que pone a prueba su actual momento ante el Madeira a partir de las cuatro de la tarde, una hora menos allí.
En el supuesto de superar al conjunto isleño, a la escuadra guipuzcoana le tocará en la final, mañana domingo a la misma hora, al ganador de la otra semifinal que enfrenta al Benfica de Lisboa, al que tendrá como rival en la European League, y al Elche, al que se le derrotó en el segundo final de la última Liga.
Una vez más, y aunque aún se halle en plena fase de rodaje, cierto es que como el resto de equipos, Bera Bera lo quiere todo. Su apetito por hacer sitio en sus vitrinas es voraz, y busca situar en ellas la que sería su décima Supercopa, si se incluye el formato vigente hasta 2022, en el que solo se enfrentaban los dos más potentes del Estado. Hace un año Illunbe fue toda una fiesta al dar buena cuenta del Málaga.
El inicio de campaña ha resultado satisfactorio con el claro triunfo en Villava sobre el Beti Onak, que el fin de semana pasado sirvió para alzar el telón de una Liga en la que volvemos a contar con triple representación gracias al regreso del Zuazo Barakaldo. Muchas son las caras nuevas que se hallan en pleno proceso de adaptación. La transformación en la plantilla ha sido notable. Muchos cambios en muchos puestos, como el de la portería, con la vizcaína Maddi Aalla que ha marchado al Alba Fehérvar húngaro, por lo que Tati Garmendia se ha acordado de la ya ex de Elda, Lucía Prades.