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A Israel le importa un bledo

España se suma a la causa por genocidio del tribunal internacional de justicia contra el régimen hebreo
El bombardeo israelí sobre una escuela de la UNRWA en imágenes / EFE

Es inevitable preguntarse si, de no haber unas elecciones el próximo domingo, el Gobierno español habría corrido a anunciar que se suma a la causa del Tribunal Internacional de Justicia contra Israel por “incitación al genocidio”.

Mi apuesta personal e intransferible es que no, del mismo modo que también tengo la sospecha de que el reconocimiento de Palestina como Estado no atendió tanto a la convicción como a la conveniencia. Sin la necesidad de tapar o, por lo menos, contraprogramar las informaciones sobre las actividades de la esposa del presidente del Gobierno español, es probable que los acontecimientos se hubieran sucedido de otra forma.

Volviendo a lo de ayer, parece bastante obvio que no era necesaria una convocatoria de urgencia del ministro de Exteriores –de las 9.30 para las 10.00 de la mañana–, cuando se trataba del anuncio de una “decisión largamente meditada”, en palabras del propio Albares. La cita podría haber sido, como es costumbre, con 24 horas de antelación.

Escaso apoyo

Más allá de estas reflexiones sobre el nada inocente contexto, parece evidente que hay que celebrar el paso dado, incluso aunque se quede en el puro voluntarismo simbólico... y pese a la contradicción de no querer manifestarse sobre si las acciones de Netanyahu son calificables como genocidio. ¿No se emplea específicamente ese término en la denuncia del Tribunal? Pues sobra cualquier otra matización.

En todo caso, no es muy esperanzador que, tras la incorporación de España, ahora mismo la causa impulsada por Sudáfrica solo tenga el apoyo de Colombia, Chile, México, Libia o la nada democrática Nicaragua. Se espera la incorporación de Egipto, Maldivas, Turquía (¡ufff!), Bélgica e Irlanda.

No parece que sea un respaldo masivo, precisamente. Es decir, que no solo queda limitada la acción coactiva contra el régimen de Tel Aviv, sino también la intención declarada de “parar la guerra”.

Con tan escasa presión, Israel no se va a desviar ni un milímetro de su hoja de ruta hacia la destrucción total del enemigo. Ayer fue una escuela –40 muertos y 73 heridos–. Hoy será otro objetivo.

08/06/2024