Los conflictos armados afectan en la actualidad a cerca de 420 millones de niños en todo el planeta, más de 40 millones de los cuales se han visto obligados a abandonar sus hogares, sus familias y sus escuelas para sobrevivir.
Por ellos, por esa infancia refugiada que ha vivido ya en sus carnes la inseguridad y el terror, alrededor de un centenar de personas se sobrepusieron ayer al frío, se calzaron las mallas y las zapatillas y completaron a la carrera una distancia de 6,2 kilómetros por el centro de Gasteiz.
El evento, organizado por la ONG Alboan y Egibide, sirvió para recaudar fondos que permitan a esos pequeños en situación de refugio o desplazamiento forzoso acceder a la educación.
El pódium
Aunque la parte competitiva fue lo de menos en esta ocasión, Asier Zubiaga y Zaira Acedo cruzaron en primer lugar la meta situada en la plaza del Arca en las categorías masculina y femenina.
Tras ellos, fueron segundos Luis Alberto Durán y Alazne Otxandiano, mientras que Jerson Urteaga y Amaia Sagasta ocuparon las terceras plazas.
Al margen de la cantidad recaudada por la organización vía inscripciones, quienes así lo desearon pudieron aportar igualmente a la causa la cantidad que estimaran conveniente mediante la compra de dorsales cero.
La carrera ya tenía asegurada ayer a través de los participantes una recaudación de más de 1.000 euros.
Una prueba “muy popular”
“Se ha apuntado menos gente de la que nos hubiese gustado, porque queremos que esta carrera sea muy popular, y que tanto korrikalaris como sociedad en general podamos participar por los derechos de los niños y niñas refugiadas”, asumió Edurne Aginako, técnica de Alboan, en declaraciones a este periódico.
Pese a la sensación un tanto agridulce, esta iniciativa enmarcada en el circuito Corre por una Causa de las ONG Entreculturas y Alboan contó con una importante visibilidad y tendrá todavía unas cuantas escalas más por delante, pues se celebrará en un total de 14 ciudades.
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La próxima, el domingo 19 de este marzo, será la vecina Iruña, donde también se recabarán fondos para el mismo colectivo.
“Estamos corriendo por la infancia refugiada, por su derecho a la educación y la escuela refugio, que supone un espacio de paz. Debemos educar en la paz tanto en los lugares donde están los conflictos como en el tránsito que estos niños realizan tras abandonar sus hogares y en el País Vasco, donde nuestras escuelas tienen que ser también escuelas de refugio y de paz”, apuntó la técnica de la ONG organizadora.
Conflictos numerosos
Aginako remarcó también que la cantidad económica que pueda recaudarse finalmente beneficiará a niños y niñas de decenas de rincones del planeta, no solo de aquellos cuyos conflictos han sido más mediáticos recientemente, como es el caso de Ucrania.
Según Mila Álvarez de Eulate, directora de Identidad y Misión de Egibide, el objetivo no es otro que “concienciar sobre la situación de niñas y niños refugiados que ven muy comprometido su derecho a la educación”.