El C4 X comparece en el mercado planteando un menú motriz que toma cuatro de las propuestas formuladas por su hermano de talla escueta. Una de ellas es el conocido sistema de impulsión 100% eléctrica que comparten varios modelos de las marcas que integran el grupo Stellantis. Está motorización de 136 CV, que promete hasta 360 km de autonomía, ha sorprendido por su fuerte tirón comercial en la fase de lanzamiento, superando incluso en pedidos a las mecánicas térmicas convencionales.
Este capítulo contiene dos conocidas facturas Pure Tech de gasolina, con 100 y 130 CV, y una BlueHDi con esos mismos 130 CV. Las dos más solventes se vinculan a transmisión automática de ocho relaciones; la otra a caja manual de seis velocidades.
Esta gama inicial se ampliará paulatinamente. Un vistazo al catálogo del banco de órganos de Stellantis permite comprobar que las posibilidades son abundantes. Basta una decisión en el despacho competente para que el C4 X tenga a su disposición cualquiera de esas múltiples posibilidades, casi todas electrificadas. Citroën no da ni una pista por ahora, con lo que invita a especular con la llegada este mismo año de nuevas motorizaciones. La más probable es la Mild Hybrid de 48 voltios que Peugeot introducirá antes de verano. Esta solución, relevo natural del motor gasolina de 130 CV actual, ofrece un rendimiento de 136 CV y, lo que es más importante, vaticina importantes ahorros en consumo (hasta 2,5 litros menos) y emisiones.
La marca parece poco proclive a incorporar a la oferta del C4 X sistemas de hibridación enchufable, como los que distinguen a un 408 que renuncia al gasóleo. Citroën también parece descartar propulsores térmicos más potentes. En cambio, la lógica apunta a la sustitución, a corto o medio plazo, de la motorización actual del ë-C4 X a batería. La probable sustituya, más solvente (156 CV) y con superior alcance (400 km), ya se monta en modelos más pequeños del grupo.