A once jornadas para la conclusión del campeonato liguero de Primera División, Osasuna se encuentra cada vez más cerca de sellar matemáticamente la que será su tercera permanencia consecutiva en la máxima categoría, todas ellas con Jagoba Arrasate en el banquillo. Y es que el conjunto navarro suma 35 puntos y se encuentra a tres de los 38 de media si se tienen en cuentan los registros de las últimas 24 temporadas, es decir, todas ellas con 20 equipos en la Liga y con las victorias cotizándose a tres puntos.
Como son tres los equipos que bajan de categoría, tomando como referencia los puntos del antepenúltimo clasificado, es decir, el tercero por la cola, desde la temporada 1997/98 (en las dos anteriores hubo 22 equipos en Primera y en la 1994/95 los triunfos todavía se premiaban con dos puntos), la media para conseguir la permanencia es de 38 puntos (los que bajaron lo hicieron con una promedio de 37,9). Y Osasuna está a tres de alcanzar la ansiada cifra cuando todavía quedan 33 en juego, un margen más que considerable.
En cualquier caso, los 38 puntos no siempre han servido para quedarse en Primera, porque una cosa es la media y otra es la realidad de cada temporada. Y si no, que se lo pregunten al Deportivo de La Coruña, que en la temporada 2010-11 perdió la categoría pese a terminar el ejercicio con 43 puntos. O al Betis o al Zaragoza, que bajaron con 42 puntos en los cursos 2008-09 y 2007-08, respectivamente.
Han sido estos los descensos más caros de los últimos 24 años, pero la historia más reciente señala que las permanencias resultan cada vez más baratas. Y es que a Osasuna le valdría ya con los 35 puntos que acumula si se tuviera en cuenta el promedio de puntos de los equipos que marcaron el descenso en las cinco últimas campañas (33,4). Y es que la temporada pasada perdieron la categoría Huesca (34), Valladolid (31) y Eibar (30); en la 2017-18, Deportivo (29), Las Palmas (22) y Málaga (20); y en la 2016-17, Sporting (31), Osasuna (22) y Granada (20). En definitiva, que la permanencia de Osasuna puede considerarse virtual. Que se convierta en matemática es cuestión de tiempo. / Foto: