El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Aoiz ha decretado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del joven de Huarte que fue detenido la semana pasada por la Policía Foral tras agredir a sus padres y darse a la fuga. Al varón, que amenazó a sus progenitores con matarlos con una bomba, se le incautaron materiales para fabricar explosivos, diversas armas y munición.
El arresto de este joven se produjo después de que la Policía Foral recibiese el aviso de que había golpeado a su madre y a su padre en el domicilio en el que residen en Huarte, antes de huir supuestamente armado. Tras movilizarse hasta el lugar Policía Local de Huarte, Policía Foral y Guardia Civil, se desplegó un dispositivo que posibilitó el GIE (Grupo de Intervenciones Especiales) lo detuviese en Tierra Estella.
Tras ser puesto a disposición judicial del juzgado de guardia de Aoiz, partido judicial al que corresponde Huarte, el magistrado ha acordado su encarcelamiento como supuesto autor de los delito maltrato en el ámbito familiar, tenencia de sustancias explosivas y tráfico de drogas.
Componente para fabricar TATP
En el auto de prisión, se indica que el joven “protagonizó un incidente familiar con sus padres agrediéndolos físicamente y amenazando con matarlos con una bomba”. Además, en el registro de la vivienda se hallaron “diversos componentes para fabricar TATP (peróxido de acetona), además de once flechas, una pistola eléctrica, un cartucho detonador percutido, un táper con tacos para cartucho de calibre 12 y perdigones de plomo, una bolsa de plástico con inscripción Triperoxido de Triacetona TATP 90 g, documentos relativos al funcionamiento de armas, así como piezas plásticas que pudieran ser usadas “como conectores eléctricos de cables y diversas anotaciones referentes a escopeta eléctrica, armas de destrucción masiva unitarias, etc”.
Asimismo, “en el sótano de la vivienda se descubrieron plantas de marihuana, cogollos, balanzas y material para su venta y distribución”, destaca el juez, que ve oportuna la prisión provisional por el riesgo de reiteración delictiva, la necesidad de proteger a las víctimas y el riesgo de fuga.