La Asociación Española de Pediatría ha fijado sus recomendaciones basadas en la evidencia científica para evitar un uso perjudicial de la tecnología por parte de los menores, como el límite de tiempos: nada de pantallas hasta los dos años, menos de una hora diaria entre los 3 y los 5 años y, a partir de entonces, no más de dos horas de ocio digital.
Evitar su uso en espacios no compartidos de la casa como el dormitorio o el baño y ceder a los niños dispositivos antiguos en vez de regalarles teléfonos o tablets nuevos para que no los sientan como suyos y acepten mejor la supervisión son otras de las directrices consensuadas en el "Plan Digital Familiar" presentado este jueves en Madrid.
Tampoco en las comidas
Durante el acto, la coordinadora del Grupo de Trabajo de Salud Digital del Comité de Promoción de la Salud de la asociación, María Salmerón, ha destacado estas y otras medidas, como no usar pantallas una o dos horas antes de irse a dormir y evitarlas por completo durante las comidas, incluida la televisión.
Fomentar la actividad física de los niños y jóvenes, evitar distracciones durante el tiempo de estudio, fomentar el ocio en familia fuera de los dispositivos y que los padres sean los primeros en dar ejemplo al adoptar estos hábitos es fundamental.
"Se quedan con lo que hacemos"
"Los niños se quedan más con lo que hacemos que con lo que decimos", ha recordado la experta, que ejerce como pediatra especialista en Medicina de la Adolescencia en el Hospital Ruber Internacional de Madrid.
Un uso excesivo e inadecuado de las pantallas a edades tempranas tiene efectos en el desarrollo de los niños en "múltiples esferas", como la reducción de horas de sueño, el aumento y tendencia a la obesidad o las dificultades socioemocionales y del lenguaje.
Pero además, a mayor tiempo de uso, los pequeños están expuestos a más riesgos, como los de desarrollar dependencia, ser víctima de ciberacoso o acceder a contenido no apropiado, como la pornografía.
Adicción
Actualmente la adicción a las pantallas no está reconocido como un trastorno, un extremo en el que "la parte científica va retrasada" respecto a los problemas que los pediatras encuentran en consulta y a los que se debe dar ya una respuesta, ha apuntado Salmerón.
Ha sido la "preocupación creciente" de los especialistas por este uso inadecuado de la tecnología y sus potenciales efectos en la salud de los menores lo que ha llevado a la asociación, que engloba a unos 12.000 pediatras, a diseñar este compendio de recomendaciones para sanitarios y familias.
Sirve para aunar criterios entre pediatras de todo el Estado y dotarles de una herramienta que puedan facilitar a las familias que acuden a pedir ayuda por este tipo de problemas o de manera preventiva.
A ellas se las invita a acceder a este Plan Digital Familiar en la web de la asociación, donde pueden personalizarlo de acuerdo a las características individuales de cada familia, descargarlo y "colgarlo en la nevera" para tenerlo presente y que todos los miembros del hogar lo cumplan, también los padres.
Pacto de Estado
En el impulso de este documento ha colaborado también la Agencia Española de Protección de Datos, cuya directora, Mar España, ha advertido en el acto de este jueves que "entregar un móvil a un menor de 9 años sin ningún tipo de límite horario o de acceso a internet es como entregar un Ferrari sin haber pasado las clases de conducir y sin frenos".
Ha informado de que el año pasado el organismo público ordenó 46 retiradas de contenido a través de su canal prioritario para evitar la difusión ilícita de contenido sensible. El perfil de víctima es el de una mujer de menos de 30 años afectada por imágenes de carácter sexual.
La directora ha llamado a aprovechar el momento del comienzo de una nueva legislatura para impulsar el "Pacto de Estado para proteger a los menores del entorno digital" promovido desde hace unos meses por más de un centenar de entidades de la sociedad civil.
También ha destacado como buen ejemplo los casos de la Comunidad de Madrid y Galicia, los únicos territorios que prohíben el uso del teléfono móvil en los centros educativos, lo que a su juicio minimiza muchos riesgos, como grabar y difundir el acoso escolar.
Además, ha recordado que la Agencia Española de Protección de Datos sanciona con entre 5.000 y 10.000 euros a los menores que incurran en faltas como difundir imágenes íntimas sin consentimiento o reenviar contenido que pueda fomentar el ciberacoso, multas de las que se han de hacer cargo los padres.