A rebufo de Red Bull

La Fórmula 1 pone su punto de mira en el amanecer de una campaña que arranca este fin de semana con el Gran Premio de Bahréin, que disparará la temporada más larga de la historia, con 23 carreras, una más que el año pasado aunque una menos de las previstas tras la cancelación de la cita de China debido a las restricciones en el país por causa del coronavirus. Será, además, el curso con más carreras al esprint, estando previstos hasta seis sábados de tandas de calificación con formato de carrera.

2023 será el segundo año después del nacimiento de una nueva era en el Gran Circo que dejó a Red Bull con todos los títulos posibles en su poder tras ganar 17 de las 22 pruebas. A juzgar por lo acontecido en los tres días de test de pretemporada desarrollados precisamente en Bahréin, los únicos entrenamientos oficiales, la escudería con base en Milton Keynes proyecta motivos para la preocupación ajena.

Las 3.992 vueltas completadas en Shakir entre todos los equipos para cubrir un total de 21.603 kilómetros no son un fiel reflejo de lo que acontecerá a partir de ahora. Las cargas de combustible –cuando un litro menos puede implicar una décima de velocidad en función del circuito–, la elección de neumáticos, las configuraciones aerodinámicas y las entregas de las unidades de potencia son elementos indescifrables que atesoran su grado de incidencia en los resultados. Si bien, las actuaciones han permitido detectar tendencias a considerar.

Sergio Pérez cerró las pruebas con el mejor tiempo de las tres jornadas de test. El mexicano de Red Bull detuvo el crono en 1:30,305 el tercer día de pruebas para mejorar la pole que el año pasado firmó Charles Leclerc con Ferrari (1:30,558) y rebajar en 1,4 segundos el tiempo logrado por Max Verstappen con el Red Bull en el tercer día de ensayos de la pretemporada anterior, celebrados también en Shakir. El progreso es de esperar en el segundo año del nuevo ciclo que vive la F-1, pero la diferencia sobre los rivales se antoja amplia.

Entrando en detalles, Checo Pérez obtuvo el mejor tiempo montando el neumático C4, el segundo compuesto más blando. Con esos mismos calzos, las vueltas más rápidas de Ferrari firmadas por Leclerc y Carlos Sainz se quedaron a 0,719 y 0,731 de distancia, respectivamente. Es decir, Red Bull se ha mostrado notablemente superior en el apartado que mejor se le daba a Ferrari el año pasado, cuando firmó 12 poles por las 8 de Red Bull.

Lewis Hamilton, segundo al término de los test, fue impulsado por el C5, el superblando, para quedarse a 0,35 de Pérez. Teniendo en cuenta que la diferencia de neumáticos puede rondar el medio segundo, Mercedes también parece estar tan lejos del monoplaza campeón como Ferrari.

Red Bull, el mejor promedio

En términos globales, la ventaja de Red Bull se ha visto reflejada en todos los apartados. En las vueltas de calificación, los pilotos de la marca energética han sido de media 0,28 segundos más rápidos que los de Mercedes y 0,29 superiores a los de Ferrari. En simulaciones de carrera, la escudería campeona ha rodado 0,10 segundos por giro más veloz que Ferrari y ha endosado 0,27 a Mercedes. Además, llama la atención la baja degradación de Red Bull. Mientras, el consumo de los neumáticos parece una losa en Ferrari.

Verstappen no oculta las sensaciones que se respiran en su garaje. “Definitivamente, hemos mejorado respecto al año pasado”, celebra sin reprimirse. “Lo que hemos puesto en el coche este año ha ido claramente mejor, todo lo ha hecho más rápido”, ahondó Mad Max, que además amenaza con la previsión de paquetes de mejoras: “Tenemos más cosas en cartera, pero sabemos cuáles son nuestras limitaciones”.

El subcampeón Leclerc, por su parte, asegura que el Ferrari “es un coche diferente, se pilota diferente”. Aunque no lanza campanas al vuelo: “No entraré en detalles, pero creo que se ha ido en la buena dirección. Es más eficiente, pero han cambiado otras características. Seremos más rápidos en las rectas y sufriremos un poco más en las curvas”. La unidad de potencia parece brindar más rendimiento, aunque quizá no sea suficiente para tutear a Red Bull.

Rotundo se muestra Hamilton sobre el Mercedes. “No hemos podido igualar el ritmo de los Red Bull y de los Ferrari. Tenemos una montaña que escalar y hay que mantener la cabeza abajo. No estamos donde queremos, pero tenemos una buena base para empezar. Quién sabe dónde estaremos esta semana. Lo que es evidente es que no podemos dejar de apretar”, analiza desde un perfil bajo.

En la misma línea versa George Russell, que distingue a Red Bull. “Creemos que tendremos un coche capaz de estar en la lucha por las victorias, pero es un poco exagerado pensar que estaremos ahí ya en Bahréin. Red Bull parece un coche muy fuerte, muy estable y Max está rindiendo a un gran nivel”, comenta.

Habrá expectación acerca de los roles de cada piloto. Porque Sainz, Russell y Pérez difícilmente adoptarán los papeles de escuderos, al menos en el arranque del curso. Pérez perdió el subcampeonato por una desobediencia de Verstappen, que omitió la orden de ceder una posición, y seguramente traerá consecuencias.

Aston Martin progresa

Más allá de Red Bull, el paddock y los resultados destacan la progresión de Aston Martin. “Fuimos más rápidos que Ferrari en la simulación de carrera”, ratifica Fernando Alonso sobre su nuevo equipo, que el curso pasado fue séptimo en el Campeonato de Constructores, empatado a puntos con el sexto puesto de Alfa Romeo. Si bien, es la segunda escudería que más ha progresado respecto a los test de 2022; es hasta 2,371 segundos más veloz, solo superado por la mejoría de Williams (2,378). Ambas escuderías están propulsadas por Mercedes. Y precisamente Mercedes es el cuarto equipo que más ha mejorado, con 2,095 de avance, y con solo Alfa Romeo en medio (2,158). Red Bull ha bajado el crono en el citado 1,4 y Ferrari, 1,3.

“Sí, creo que han dado un gran paso. Parece que su concepto de coche les ha hecho avanzar y que no están muy lejos. Fernando, en particular, parece muy competitivo”, repasó el jefe de Red Bull, Chris Horner, en F1TV. Una impresión que comparte el jefe de Mercedes, Toto Wolff, para la publicación Auto Motor und Sport: “De acuerdo con nuestros cálculos, Aston Martin podría acabar en segundo lugar”. La baja degradación de neumáticos se intuye como la gran baza de Aston Martin, que luchará por filtrarse en la zona noble.