Araba

A tan sólo 70 kilómetros de Vitoria, uno de los mejores lugares para hacer puenting

Una manera de desconectar de la rutina y del día a día para olvidarse del estrés y liberar adrenalina
Una persona es atada para hacer puenting.

Dado los tiempos que corren, donde todo son preocupaciones, vivimos a mil por hora y las vacaciones de verano se han quedado como un recuerdo en la lejanía, son muchos los alaveses que buscan nuevas, o no tan nuevas, maneras de desahogarse. Necesitan desconectar de la rutina y del día a día, escapándose muchos fines de semana a olvidarse del estrés y liberar adrenalina.

Uno de esos planes para conseguir todos esos objetivos y que garantiza diversión, naturaleza y adrenalina es hacer puenting. Esta actividad, en la cual una persona se lanza desde una altura elevada, con uno de los puntos de la cuerda elástica atada al torso o a los tobillos, y el otro extremo sujetado al punto de partida del salto, ofrece una experiencia única solo apta para los más arriesgados.

Si eres un aventurero y te has decidido a hacer algo diferente, pese a que existan multitud de lugares y formas para hacer puenting en España, la web de regalos y experiencias www.aladinia.com ha elegido el Puente de Atxaspi, en Bizkaia, como uno de los mejores lugares para hacer puenting. Sus usuarios han elegido este lugar, que según ellos, es uno de los sitios donde se pueden hacer los saltos más originales y espectaculares.

Puenting

El momento del salto dura escasos segundos pero la sensación es de las más intensas que se pueden sentir. Esta actividad nació a principios de los años 70 en Cruseilles, Francia. Un escalador alemán llamado Helmut Kiene conectó una cuerda desde uno de los puentes que cruzan el río Les Usses y saltó desde el otro, se creó un péndulo por lo que le llamaron el péndulo de Kiene. En España, se bautizó como puenting, y empezó a conocerse a partir de los años 80.

En la historia ha habido más saltos que podrían ser considerados la antesala del puenting, como por ejemplo la costumbre ancestral de una tribu de la isla de Pentecostés llamados Los Bunlap. Se lanzan desde hace siglos desde una plataforma formada a base de ramas de árboles, atándose cuerdas en los tobillos para demostrar su masculinidad. Hoy en día siguen haciéndolo como ritual construyendo altas torres para lanzarse y así garantizar que la cosecha tenga éxito.

22/10/2022