El Athletic, a velocidad de crucero

Definitivamente, este Athletic es otro. Por el camino se ha dejado un buen puñado de puntos, con innumerables empates que en condiciones normales y con un mínimo de acierto de cara a gol se habrían convertido en triunfos, pero ahora gana a velocidad de crucero. Ha espantado los fantasmas que le impedían conciliar el sueño hace no demasiado tiempo. Puede dar fe de ello Alex Berenguer, que falló un mano a mano en el choque de la primera vuelta frente al Espanyol y al que ayer lunes, a las puertas del descanso, se le aparecieron los fantasmas de aquella extraña noche en el campo del conjunto catalán en la que la portería se le convirtió en un diminuto aro de baloncesto. En Cornellà fue Diego López quien le sacó un gol cantado en el tiempo de descuento; anoche, Óscar Gil. Pero la diferencia entre aquel Athletic de finales de octubre y este de principios de febrero reside en su capacidad para asociarse con el gol. Si Berenguer lamentó su error de meses atrás y ayer lunes solo se disgustó un poco fue porque para entonces el equipo había sido capaz de marcar un gol más. Dos. Suficientes para darle la vuelta a un mal arranque y remontar el partido en solo diez minutos. Tiempo atrás, esto habría resultado inimaginable.

Buena culpa de ello seguro que la tiene Marcelino García Toral, que ha sido capaz de enchufar a un amplio grupo de futbolistas y alistarles para la causa. Calentó hasta Ander Capa, de quien se acordó una parte de la grada de San Mamés al grito de "Ander Capa askatu". Las rotaciones, masivas cabría añadir, están a la orden del día. No le tiembla el pulso al técnico para mover piezas. Cierto es que el de anoche no fue ni de lejos el mejor partido jugado por su equipo en las últimas semanas, pero la dinámica es tal que con poco, el Athletic es capaz de sacar adelante sus encuentros. El resumen de la noche sería el siguiente: tres sufridos puntos que saben a oro y Europa asoma a tan solo un punto. La Champions, a cuatro.

Las mejores imágenes del Athletic - Espanyol. Fotos: Pablo Viñas y Juan Lazkano

Futbolistas como Dani Vivian, en su partido más sufrido como león; Mikel Balenziaga, que ha visto cómo Yuri Berchiche le ha ganado la partida en el lateral zurdo; Alex Berenguer, que quiere recuperarse a sí mismo para la causa; u Oihan Sancet, que dejó atrás ayer lunes con su gran actuación sobre el verde los distintos problemas que han marcado su última semana, permitieron no echar en falta a los teóricos titulares.

Cuarta remontada

Todos ellos, más los que salieron de inicio y después desde el banquillo, pusieron su granito de arena en la remontada rojiblanca, que solo estuvo en entredicho en el tramo final, cuando el Espanyol buscó el gol del empate con el deseo y las fuerzas que le faltaron hasta entonces, especialmente en el tramo inicial de la segunda mitad. La de anoche fue la cuarta remontada firmada por los rojiblancos en lo que va de campaña, aunque se han concentrado todas ellas en los últimos 50 días. Entre la lograda ante el Betis el 19 de diciembre del pasado año y la de anoche han sumado otras dos: contra Osasuna en El Sadar y frente al Atlético de Madrid en las semifinales de la Supercopa. A ritmo de crucero, el Athletic sigue creciendo.

La cifra

200

Victorias alcanzó ayer Iker Muniain con el Athletic gracias al triunfo frente al Espanyol. El capitán se une así al selecto grupo de nueve futbolista rojiblancos que han conseguido al menos 200 victorias: Gainza, Iribar, Rojo, Orue, Canito, Panizo, Argote y Carmelo, de este último, Muniain está a dos triunfos.