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Abandono de animales | Una segunda oportunidad más que merecida

Varias asociaciones y protectoras de animales de Navarra observan un importante descenso de la adopción, sobre todo de perros, después de la pandemia
Un perro, en una jaula de la protectora de animales Egapeludos.

La tasa del Estado español de abandono de animales es una de las más altas de Europa, según un estudio de Fundación Affinity que lleva por lema Él nunca lo haría 2022. Esto indica que muchos dueños deciden deshacerse de sus mascotas, dejándolas desatendidas y completamente solas.

Sin embargo, esta amarga realidad es salvada por la gran labor que llevan a cabo las protectoras de animales, que se encargan del rescate y del cuidado de todas aquellas mascotas abandonadas. Además, la adopción les ofrece una enorme esperanza: la posibilidad de formar parte de una familia que les pueda dar cariño y un nuevo hogar.

La asociación Egapeludos, ubicada en Tierra Estella y Valdizarbe, asegura que “todos los días escribe alguien interesado en adoptar”. En 2021 rescataron, aproximadamente, 300 animales, de los cuales 250 eran gatos y 50 perros. De esas 300 mascotas, 250 fueron adoptadas, de las cuales 235 eran gatos y 15 perros. Este año, la asociación lleva salvados 256 gatos y 32 perros.

Eneko Erce, secretario de la entidad sin ánimo de lucro, comenta con emoción cómo ayudar en la protectora ha cambiado radicalmente su vida. “Muchos animales dependen de nosotros, si no estuviéramos ahí, estarían completamente solos”.

Erce menciona la importancia de pensar en las mascotas como “uno más de la casa”. La esperanza de vida de un animal oscila entre los diez y los quince años, dependiendo de diversos factores como la raza o la especie. Durante ese tiempo, en la vida de sus dueños ocurren “mil cosas”, relata Erce. “La gente cambia de casa, de trabajo, de pareja... y todas esas circunstancias vitales también afectan a nuestras mascotas, ellos también sufren nuestros cambios”, continua.

Erce mencionaba, también, algunas ocasiones en las que las personas se animan a adoptar y, pasado un tiempo, deciden “devolver el animal como si se tratase de un objeto”. Lo cierto es que cuando adoptas una mascota, te comprometes con ella. Un animal no tiene por qué pagar nuestra irresponsabilidad, nuestro capricho, nuestro egoísmo y nuestros errores”, añade Erce, lamentando la situación que viven algunos de los animales a los que cuidan en Egapeludos. “Ellos también tienen sentimientos”.

Desde Basati, ONG que no se encuentra ubicada en una instalación concreta, el veterinario Alfonso Bañales explica cuál es el funcionamiento de esta asociación sin ánimo de lucro. “Somos un grupo de biólogos, veterinarios y demás profesionales. Cada uno atiende en su centro de trabajo y busca adoptantes”. A pesar de las duras situaciones que viven los animales abandonados, “siempre hay alguien dispuesto a ayudar, cuidar y ofrecerles cariño”, asegura Bañales.

EL ABANDONO INCREMENTA EN VERANO

“Es cierto que hay un patrón que se repite, y es que en verano las personas abandonan mucho más y adoptan mucho menos”, comentaba, entristecido, Bañales. Conversando con otros veterinarios y voluntarios, llegaron a un punto común acerca de esta realidad. “La gente piensa en sus viajes y en irse a la playa, y ahí el gato o el animal de compañía que tengan se convierte en un estorbo, así que optan por la opción fácil...”, continúa relatando Bañales.

“Ahora tenemos el caso de una gatita de dos meses que la abandonaron y fue atropellada. Hay que hacerle una cirugía complicada. Está buscando adoptante, tiene mucho cariño que dar”, recuerda.

Yadira Díaz, responsable del Centro de Protección Animal de Gobierno de Navarra, ubicado en la localidad de Etxauri, declara que “todos los veranos se ralentizan las adopciones”, pero, en concreto, “este julio ha habido poquísimas”. Con la esperanza de que el panorama cambie en un futuro cercano, Díaz espera que “después de las vacaciones todo esto se reactive, aunque sea un poco”.

LEY DE PROTECCIÓN ANIMAL

La Ley de Derechos Animales aprobada recientemente exige novedades, como la realización de un cursillo obligatorio para la adopción de mascotas, el endurecimiento de las penas por maltrato y la prohibición de la venta de mascotas en tiendas. Además, han sido fijados diferentes niveles de sanción en caso de infracciones: para las leves, la multa podrá ser de entre 500 y 10.000 euros; para las graves, entre 10.000 y 50.000 euros; y, para las muy graves, entre 50.000 y 200.000 euros.

Esta nueva ley de protección animal puede haber influido en la disminución de adopciones que las protectoras navarras han notado en 2022. Este año ha sido “bastante extraordinario” y “muy difícil”, señala Díaz, “si comparamos la situación actual con los años anteriores, puede verse cuánto ha cambiado todo”.

Antes de la pandemia provocada por la covid-19 fueron 208 los animales adoptados en el Centro de Protección Animal de Navarra en Etxauri. En 2020 fueron 114 y en 2021, tras la pandemia, se adoptaron 70 animales. Sin embargo, a lo largo de este año son solamente 52 las adopciones que ha gestionado el centro. “Las cifras han bajado muchísimo”, se lamentaba Díaz.

MALTRATO ANIMAL

“Los animales abandonados se encuentran en un limbo”, menciona Bañales. “En muchas ocasiones han recibido malos tratos, y ahí es donde se demuestra la maldad del ser humano. Los animalitos solo quieren acompañar y cuidar de sus dueños, y a cambio ellos hacen atrocidades”, añadió.

También Yadira Díaz apunta que, aunque no llegan muchos casos particulares con denuncia penal, en muchas ocasiones “llegan perros sin microchip y en malas condiciones”.

Lo que está claro es que cada vez son más las personas que no valoran a sus mascotas y que la responsabilidad que conlleva cuidar a un animal, indica Díaz, es un trabajo que muchos no ven satisfactorio. “Lo cierto es que la gente suele pensar que tener un animal les va a cambiar la vida, y es así, pero el cambio siempre, siempre, siempre, será a mejor”.

04/09/2022