ABAO Bilbao Opera homenajea a la profesión sanitaria

SONÓ con son y armonía y con la pasión que tantas veces envuelve la atmósfera de una ópera. Sonó como los ángeles, sobre todo cuando la soprano de Bristol, Jessica Pratt, tomó las riendas con su todopoderosa voz. Aquellos cuentos tétricos y truculentos a los que Offenbach pone en música y que pertenecen a la mentalidad tenebrosa de Ernst Teodor Amadeus Hoffmann, brillaron con luz propia en una función extraordinaria de Les contes d'Hoffmann, organizada por ABAO Bilbao Opera bajo la presidencia de Juan Carlos Matellanes. En el inicio de su 70º temporada, ABAO quiso agradecer y reconocer la labor del entorno sanitario y sociosanitario en la lucha contra el covid. Fue un guiño de la música que tantos males espanta.

Fue un homenaje de doble filo, porque al agradecimiento y la gratitud dirigida hacia los profesionales de la salud que estuvieron en primera línea de batalla se sumó el apoyo a la encomiable labor del Banco de Alimentos de Bizkaia/ Bizkaiko Elikagaien Bankua que preside Miguel Ángel Fernandino, expresado con la entrega íntegra de todos los donativos recogidos en el Palacio Euskalduna, donde todo tuvo lugar. La vicepresidenta del Colegio de Médicos de Bizkaia, Mercedes Fraga; Inés Gallego, implicada en el programa Ópera + del hospital de Cruces; Luis Crovetto y María Luisa Molina, entre otras voces autorizadas,les acompañaron en el camino. El entradón fue de órdago.

La acción solidaria, ya les digo, tuvo su encanto. Miembros de colectivos sanitarios del País Vasco pudieron disfrutar de la función por un precio simbólico de 10 euros y un gran numero de la concurrencia aportó sus donativos. La historia desvela lo mejor que la ópera francesa ofrecería al siglo XX: el mundo de la fantasía. Los personajes parecen atrapados entre los muros del teatro en el que se representa Don Giovanni, y un decorado central transfigurado le sirve para recrear cada uno de los ambientes de la ópera. VincentHuguet sabe que no es solo la estética lo que da fuerza a su montaje sino también la manera de contar la peregrinación nocturna del protagonista. Hubo un tiempo en que la alargada sombra de Alfredo Kraus perseguía a los tenores que cantaban en Bilbao los papeles que había cantado él también (fue Hoffmann en 1987) pero esa parece ya agua pasada y los asistentes aplaudieron a Michael Fabiano como si hubiese cantado bajo la losa del tenor canario.

Testigos de todo cuanto les cuento fueron la soprano Miren de Miguel, Esther Zarraga, Marian Yaguas, María Nebreda, del Banco de Alimentos; la doctora Maite de la Fuente, el directivo del Athletic Fernando San José, el que fuera médico del club rojiblanco Ángel Gorostidi; hombres y mujeres implicados en el programa Ópera + de la ABAO enel hospital de Cruces (Juan Hortigüela, Aitziber Aretxederra, Alejandro Castañón, Itziar Fernández, Milagros Baillo, Txetxe López, Begoña Bermejo, Mila García y Arantza Ansoleaga entre otros...); un grupo de melómanos recién llegados de Suiza, la edil Jone Goirizelaia, Izaskun Martínez, Irene Oñaederra, Ander Palacios, Lander Olaizola, Iñaki Gordejuela, Margarita Sáez, Ignacio Martínez, Gemma Martínez, Rodolfo Vidal de la Peña, Cristina Ojea, Caridad Ferreiro, Magdalena Suárez, Joseba Gorrotxategi, Pilar Loredo, Carlos Legarreta, Irene Legarreta, Carmen Rementeria, Estibaliz Amuchategui, Teresa Uriarte, Aitor Zarate, Ane Uriarte, Aritza Muñoz, Juan Alonso, Joserra Tejeda, Gorka Ballesteros, María José Etxebarria, María Teresa Ortuzar, Irene Bilbao Orueta, Matxalen Uribe, Carolina Atxalandabaso y así todo un elenco de asistentes que disfrutaron de una representación morrocotuda y emotiva, un encuentro entre la mágica realidad de la gente que se dejó la piel en los cuidados de la salud y la real fantasía de los cuentos de Hoffmann.