Una obra de emergencia. Así ha calificado el departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial de la Diputación Foral de Bizkaia el proyecto que va a permitir desde este martes devolver la circulación rodada por el alto de Trabakua.
El tráfico se abrirá de forma provisional y regulada por la carretera BI-633 desde las 12.00 horas del martes gracias a un bypass que evite el desprendimiento ocurrido el 10 de diciembre a causa de las intensas lluvias.
Lo que se ha hecho es habilitar un único carril regulado por semáforos a lo largo de 115 metros, lo suficientemente cerca de la calzada antigua como para reconducir el tráfico sin grandes desvíos, "pero lo suficientemente lejos como para no verse afectado por el deslizamiento de la ladera, de tal forma que pueda permanecer estable", han indicado esta tarde de lunes fuentes forales.
Ladera desprendida
El apaño ha sido posible gracias al trabajo efectuado desde que se produjo la caída de la ladera y ha consistido en retirar completamente los 2.000 metros cúbicos de lodo caídos sobre la calzada, desbrozar, excavar y consolidar el terreno. Sobre esta nueva base se han colocado las necesarias biondas de seguridad, pintado y preparado el firme, así como se ha instalado nueva iluminación y los dos semáforos que regularán el tráfico.
Con el tráfico restaurado, aunque sea de forma provisional, la Diputación se va a volcar en solucionar el problema que originó el deslizamiento por la gran humedad que acumulaba el talud. Esta previsto instalar muros de contención mediante pilotes para, una vez garantizada la estabilidad de la parte superior de la ladera, proceder a reponer la carretera. "El plazo estimado de fin de los trabajos es finales de marzo", han indicado fuentes forales.