NADA más terrible que el duelo gestacional y perinatal porque la experiencia de una muerte durante el embarazo o el parto es una tragedia que la sociedad invisibiliza. Pero silenciarlo no significa que no exista. Conscientes de la necesidad de abordarlo, un equipo multidisciplinar, formado por profesionales de Ginecología, Neonatología, Psiquiatría y matronas de Atención Primaria y hospitalaria de la OSI Bilbao Basurto trabajan con la primera guía de duelo perinatal. “Una guía de buenas prácticas y de seguimiento del duelo que implica el trato humanizado a las familias, sea cual sea el motivo o el momento de la pérdida”, señala Lorea García, matrona. En opinión de Ana Aguirre, neonatóloga, “lo novedoso es que engloba todas las miradas. Y que todas las familias reciben los mismos cuidados, y nos permite tener todos los circuitos conectados”, dice.
“ Una guía de buenas prácticas y de seguimiento del duelo que implica el trato humanizado a las familias, sea cual sea el motivo o el momento de la pérdida ”
“Cada profesional estaba acostumbrado a tener la visión única del lugar donde trabaja y juntarnos nos ha permitido hacer la trazabilidad de la familia. Y sobre todo reunir las piezas para ver qué cosas teníamos que corregir”, señala García. “Es ponerse otras gafas de ver. También cuando hay una interrupción de embarazo porque eso también conlleva un duelo”, subraya.
“Estamos más acostumbrados a ver este problema en las UCIs neonatales, aunque gracias a Dios, en nuestra sociedad, se mueren muy pocos recién nacidos. Pero hay que tener en cuenta que se producen pérdidas en uno de cada cuatro casos en cualquier etapa gestacional”, precisa Aguirre. “Y de esas pérdidas no se habla. Parece que si es en el primer trimestre no puedes compartir tu dolor. Pero no duele más o menos en función de las semanas de gestación. El dolor no se mide ni en peso, ni en semanas..., se puede echar de menos un futuro, un proyecto de vida y duele igual. Pero parece que socialmente no te puedas permitir eso”. “Es un duelo que se invalida con frases del tipo; eres muy joven, ya te quedarás otra vez embarazada. O mejor que haya sido ahora que más tarde, cuando le cojas cariño”, expresa Aguirre.
“ Es un duelo que se invalida con frases del tipo; eres muy joven, ya te quedarás otra vez embarazada. O mejor que haya sido ahora que más tarde, cuando le cojas cariño ”
“Si te genera dolor, no lo ocultes. Háblalo, busca ayuda”, señala Eva Sesma, psiquiatra. “Hay que poner atención para que no se convierta en algo patológico, es decir, mientras que el duelo es una reacción necesaria, hay veces que, según cómo suceda, estas familias sufren un duelo complicado y lo que debería ser una reacción adaptativa normal, se convierte en una psicopatología. Por eso, para evitarlo, es tan importante el abordaje multidisciplinar y el acompañamiento durante el tiempo que sea necesario” afirma Sesma.
“Muchas veces los profesionales estamos acostumbrados solo a seguir guías clínicas. Pero se nos olvida lo que no hacemos, y eso a veces tiene un efecto negativo en esa persona”. Por eso, asegura que “con la guía hemos podido sensibilizar a todos los servicios en que el profesional es una herramienta terapéutica y tanto lo que hace como lo que no hace, tiene repercusión directa en esa familia que sufre la pérdida de su bebé. Quizá una solución puede consistir en cambiar los lazos para que esa persona esté en tu vida de una forma diferente”, explica.
La ginecóloga Tania Arribas destaca que “no atendemos solo cuando se produce la pérdida, sino también hacemos el seguimiento. Hemos creado una agenda de duelo y todas las semanas tenemos pacientes. Vemos todas las pérdidas durante el embarazo, las pérdidas postnatales y luego se hacen seguimientos de los embarazos posteriores, los embarazos que llamamos arco iris”.
“ Vemos todas las pérdidas durante el embarazo, las pérdidas postnatales y luego se hacen seguimientos de los embarazos posteriores, los embarazos que llamamos arco iris ”
Todas subrayan que la guía es un traje a medida de cada familia. “Igual una necesita seis meses y otra varios años para superar la tragedia. Hay muchas que en el momento de la pérdida no consultan, y luego, cuando empiezan a tocar tierra, se dan de bruces con toda la sintomatología. O por ejemplo, si vuelven a conseguir un embarazo, van a la urgencia una y otra vez para ver si hay latido y comprobar que no va a volver a pasar lo mismo”.