Polideportivo

Adam Smith y Francis Alonso, a calibrar el punto de mira

El Surne Bilbao Basket necesita que dos de sus principales generadores de puntos dejen atrás su mala racha de acierto de cara al aro
Adam Smith, en el duelo ante el Valencia Basket.

Sin apenas tiempo para saborear el dulce gusto que siempre deja una victoria, más aún si es a domicilio e incluso más si sirve para mantener la condición de invicto en una competición como la Basketball Champions League, el Surne Bilbao Basket tiene ya puesta su mente en su próximo examen, una prueba de las más duras que se pueden afrontar actualmente en la Liga Endesa, no en vano este domingo rendirá visita al Lenovo Tenerife de Txus Vidorreta, colíder junto al Barça y el Real Madrid.

El conjunto vizcaino acumula tres derrotas consecutivas en la competición doméstica y la victoria del miércoles en la cancha del Igokea sin los lesionados Nikola Radicevic y Denzel Andersson seguro que se agradecerá en el vestuario de los hombres de negro desde el punto de vista anímico. Eso sí, el nivel de juego deberá subir enteros porque el listón de la exigencia que marcan los rivales en la ACB supera con creces al de la BCL. Dentro del ecosistema de la Liga Endesa, el vizcaino es uno de esos conjuntos a los que no les sobra de nada para ser competitivos. Cualquier carencia, ausencia o mala racha se hace notar y en este sentido el flojo nivel de acierto de cara al aro que están mostrando en las últimas semanas Adam Smith y Francis Alonso es uno de los factores que requiere una corrección para que el colectivo pueda recuperar su versión más competitiva.

Atendiendo al diseño de la plantilla bilbaina, el estadounidense y el malagueño, acompañados por Ludde Hakanson, están llamados a ser los grandes suministradores de puntos, pero ambos atraviesan por una racha de desacierto llamativa y dañina para un conjunto al que no le sobran anotadores y que ve cómo el equilibrio de su juego ofensivo se resiente con sus dos principales fusileros desde la larga distancia actuando con el punto de mira errático. Smith llegó a Bilbao poco antes del arranque de curso como sustituto del lesionado Andrew Goudelock y su puesta en escena fue magnífica. 16 puntos en su debut en Badalona, 23 en casa contra el Betis y un notable 18 de 36 en tiros de campo en sus tres primeras comparecencias como hombre negro. Desde entonces, en los seis siguientes compromisos presenta un deficiente 18 de 70 (25,7%).

Mayor regularidad

Pese a la bajada de sus porcentajes, fue clave con el triple de la victoria en el duelo ante el Valencia Basket -el único tiro que metió en el duelo de los siete que lanzó- y en Granada tuvo minutos buenos en la remontada del tercer cuarto, justo antes de que Nikola Radicevic se lesionara y que ello le obligara a acompañar a Hakanson en la posición de director de juego, donde está visto que su nivel de eficacia desciende muchos enteros. 1 de 13 contra el Río Breogán, 3 de 12 contra el Baskonia, 3 de 11 en la visita al Igokea... Contra los bosnios metió sus ocho puntos en los 12 minutos finales, permitiendo que los hombres de negro consiguieran consolidar su liderato en el luminoso, pero el colectivo necesita una mayor sostenibilidad y regularidad en su aportación. Si Radicevic vuelve pronto a estar a disposición de Jaume Ponsarnau, posiblemente sea Smith el jugador que más lo agradezca en el plano individual.

Alonso, por su parte, estaba llamado a ser el referente anotador de la segunda unidad pero por el momento no está siendo capaz de cumplir con ese rol. Arrancó de manera excelente contra el Joventut con un 6 de 8 en tiro para 16 puntos, pero desde entonces ofrece un muy pobre 10 de 45 (22,2%) entre ACB y BCL. Tras el 4 de 5 que lució en Badalona desde más allá de la línea de 6,75, llama la atención que en los restantes cinco choques de la competición doméstica haya registrado un horrible 1 de 13 que en Europa mejora algo hasta el 5 de 15 cuando en sus dos anteriores ejercicios en las filas del Unicaja superaba el 40% desde la larga distancia.

04/11/2022