"La pandemia ha acelerado la brecha digital. Ha sido un impulso para lo bueno y para lo malo". Así lo defiende la profesora de Ciencias Políticas y de la Administración de la UPV/EHU Adela Mesa, que expone que aunque las TICS (Tecnologías de la Información y la Comunicación) son facilitadoras para poder acceder a servicios, "ha dejado atrás a aquellas personas que presentaban algún tipo de brecha digital". Ya sea por edad, por estudios o falta de habilidades.
Y es que según los datos que pone sobre la mesa, el uso de las herramientas digitales ha incrementado en todos los sectores, como en la educación o en el trabajo, donde el teletrabajo ha pasado del 4,8% en 2018 al 34% del 2020. "El incremento es muy significativo", asegura. Asimismo, el comercio electrónico aumentó un 50%. De hecho, atendiendo a este dato Mesa incide en que se aprecia una gran diferencia según la edad, ya que donde más aumenta la compra electrónica es entre las personas de entre 25 y 34 años.
En total , un 67% de la población admite haber comprado a través de internet. Sin embargo, ese dato desciende significativamente entre las personas de entre 65 y 74 años: sólo el 13% ha comprado online. Los motivos? La sensación de falta de seguridad, preferencia por la compra presencial, y, según subraya la experta: "La falta de habilidades digitales".
Por eso, defiende que "no se puede optar por dejar que pase el tiempo y que esta brecha digital se extinga por sí misma". Y es que según las previsiones del Imserso las personas mayores de 80 pasarán a ser el 14,9% de la población en 2050. Y las de entre 65 y 79 aumentarán hasta suponer el 21%. "Vamos a tener cada vez más población mayor, y es algo a tener en cuenta".
Un derecho intrínseco
En una época en la que la atención presencial en la banca, Osakidetza o incluso las administraciones públicas ha sido sustituida por trámites telemáticos, la docente de la UPV recuerda que "todo ciudadano y ciudadana tiene derecho a la multicanalidad en su relación con las administraciones públicas", algo que no se está respetando.
Aunque actualmente hay muchos planes para que la población desarrolle competencias digitales, " hay que asegurar que mientras tanto esas personas tengan los mismos derechos, hay que garantizar unos principios mínimos de ciudadanía".
Y es que según la experta, "estamos lesionando sus derechos como ciudadanos al dejarles al margen de determinados servicios". Asimismo, destaca que se está creando una brecha con los mayores, que además de tener pocas habilidades digitales "son un público vulnerable".
Actualmente "hay muchos servicios digitalizados, y se quiere promover la utilización de los mismos", sin embargo, al hacerlo se "están lesionando derechos de determinados ciudadanos que quieren seguir usando canales más tradicionales, como el presencial o el telefónico", denuncia Mesa. Y el que más ha sufrido, incide, ha sido el presencial, que según la profesora "en estos últimos tiempos ha estado muy vapuleado", ya que en los meses más duros de pandemia "no había posibilidad a acceder al mismo, y poco a poco se ha ido abriendo pero restringiendo mucho su utilización".
La tecnología como aliada
Como explica la docente, la penetración de la tecnología cada vez será más intensiva y cada vez más servicios se digitalizarán, sin embargo, subraya que "esto no tiene por qué ser un problema". Por ejemplo, expone que la teleasistencia "no produce ningún tipo de brecha digital con los mayores porque es muy sencillo", no tienes que memorizar ningún código ni conectarte con ningún móvil. Por eso, la solución reside en formar a la sociedad además de crear dispositivos sencillos de utilizar.