La historia en torno al futuro del grupo vasco Igualatorio Médico Quirúrgico-IMQ escribió aye rjueves un nuevo capítulo al decidir Adeslas SegurCaixa presentar al Consejo del IMQ una propuesta de futuro que, según la citada aseguradora, garantiza la continuidad del modelo asistencial y de gestión del grupo sanitario vasco, permite vender las acciones a los que quieran salir, y asegura la sede social y fiscal en Euskadi.
Con esta propuesta, Adeslas intenta romper la situación de impasse y trata de aportar, siempre según su visión, una solución para que aquellos accionistas del Igualatorio que desean vender sus acciones lo puedan hacer a precio de mercado.
En concreto, Adeslas ha presentado oficialmente una oferta de compra por IMQ Seguros, el histórico grupo líder en la asistencia sanitaria privada en Euskadi. La oferta incluye el compromiso de no superar el 50% del capital, con lo que, en teoría, se mantendría el control en manos vascas. La citada propuesta incluye el compromiso de mantener la sede social y fiscal en el País Vasco, en concreto en Bizkaia donde se fundó la aseguradora y mantiene sus oficinas centrales.
La oferta, que según el sector agrupado en Ademi no está negociada con los accionistas, intenta ofrecer una salida a la complicada situación actual en torno al Igualatorio y a su futuro.
Como se recordará, en el seno de IMQ hay un enfrentamiento entre un bloque de accionistas que quiere vender sus participaciones sin cortapisas y a precio de mercado, básicamente grupos de médicos jubilados, y otro, que es contrario a la pérdida de control del Igualatorio y de la tradicional forma de gestionar por lo que se opone a la entrada de nuevos socios.
En este sentido, no hay que olvidar que Adeslas SegurCaixa sí participa en el capital de la filial de seguros del Igualatorio desde el año 2005 pero no es socio de IMQ Grupo.
Ante las reticencias a perder el control del IMQ en Euskadi, no hay que olvidar que los propios trabajadores se movilizaron en defensa de sus empleos y en contra de la venta del Igualatorio, Adeslas ha dado un paso adelante con una oferta más mesurada y, en teoría, capaz de satisfacer en buena medida a unos y otros.
Así, en la propuesta que ha hecho llegar a manos del consejo del IMQ, Adeslas se compromete a "garantizar la continuidad del modelo asistencial y de gestión" del grupo vasco. Esta es una de las premisas del núcleo duro de accionistas, médicos en activo en buena parte, contrarios a la venta pura y dura. Pero por otra parte, Adeslas ha puesto sobre la mesa una propuesta para contentar a aquellos accionistas que quieran vender sus títulos a toda costa, de manera que puedan hacerlo a precio de mercado "y obtener un legítimo ingreso económico".
La oferta completa de la compañía aseguradora incluye también el compromiso de que los médicos podrán seguir siendo accionistas de la Sociedad de Médicos del IMQ mientras lo deseen. Con ello, se mantiene el actual modelo del Igualatorio y que solo los profesionales participen en la Sociedad de Médicos aunque también permite que los médicos obtengan un precio justo por sus acciones. Por otra parte, Adeslas también quiere abrir el capital del Igualatorio a nuevos médicos que quieran sumarse.
La oferta incluye el mantenimiento de las marcas de IMQ y de los niveles de empleo, con los actuales derechos laborales. Con 377.000 asegurados, la empresa vasca cuenta con una plantilla de 2.134 trabajadores.
A nivel económico, la oferta que ha puesto encima de la mesa a los accionistas que quieran vender y salir del IMQ es de 255.000 euros por cada paquete de 1.000 títulos, oferta muy superior a los 99.000 euros que estimaba la compañía cuando estalló el conflicto. No hay plazos para que los inversores la analicen con tiempo.
Los médicos que quieren desinvertir, agrupados en la plataforma PAI y asesorados por el banco de inversión Arcano y Garrigues, señalaron que IMQ valía cerca de 300 millones.
La oferta queda pendiente de su aprobación por los órganos de gobierno de IMQ y por la junta de accionistas. Desde hace 15 años, Adeslas es socio al 45% de la aseguradora de IMQ y del 20% de la clínica Zorrotzaurre, en Bilbao.