La sensación de hambre constante es un problema que afecta a muchas personas en su día a día. Con frecuencia, se recurre a snacks poco saludables o comidas en exceso para saciar ese deseo incesante de comer.
Un nutricionista experto en patologías digestivas, conocido en TikTok como @nutri.vazquez, propone una solución sencilla y efectiva para controlar el hambre. A continuación, se exploran sus consejos y estrategias para mantener a raya el apetito y evitar esos momentos de picoteo continuo.
Comprender el hambre
La sensación de hambre, según @nutri.vazquez, no es más que una ligera bajada de azúcar en la sangre. Este fenómeno es natural y, en muchos casos, el cuerpo solo necesita un pequeño impulso para restablecer el equilibrio. Sin embargo, muchas personas interpretan esta señal de forma errónea, cayendo en la trampa de comer en exceso o elegir alimentos poco saludables.
Si la sensación de hambre aparece justo después de haber comido, o si surge de manera frecuente sin que realmente se necesite alimento, el nutricionista enfatiza que es importante esperar entre 20 y 30 minutos antes de ingerir algo más. Durante este tiempo, el organismo comenzará a movilizar sus reservas de grasa para convertir ese tejido en energía. Aunque este proceso es una respuesta natural del cuerpo, puede ocasionar malestar y una sensación de hambre que parece interminable.
El enfoque del nutricionista
El enfoque propuesto por @nutri.vazquez consiste en modificar lo que se consume durante esos momentos de hambre. En lugar de recurrir a azúcares o carbohidratos simples que provocan un aumento rápido del azúcar en sangre, sugiere optar por alimentos que no disparen estos niveles.
Alimentos como jamón york, pechuga de pollo o pavo, atún o boquerones son excelentes opciones. Estos alimentos, ricos en proteínas y bajos en azúcares, obligan al cuerpo a utilizar sus reservas de grasa como fuente de energía, lo que a su vez ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre y a eliminar la sensación de hambre.

Jamón cocido sobre una rebanada de pan acompañado con un poco de queso.
La conexión entre mente y cuerpo
Un aspecto importante a tener en cuenta es la relación entre la mente y el cuerpo. Muchas veces, la sensación de hambre puede estar más relacionada con hábitos emocionales o psicológicos que con la necesidad física de comer. Los expertos en nutrición destacan que, si bien el cuerpo puede estar pidiendo alimento, la cabeza a menudo pide comida como respuesta a emociones, estrés o aburrimiento. Por ello, es fundamental reconocer las diferencias entre el hambre fisiológica y la ansiedad emocional.
También se sugiere hacer una pausa antes de comer y practicar una alimentación consciente y pausada durante las comidas. Es importante reflexionar sobre si realmente se tiene hambre o si se busca consuelo a través de la comida. Esta práctica puede ayudar a las personas a tomar decisiones más informadas sobre su alimentación, evitando así el consumo excesivo de alimentos que no satisfacen las verdaderas necesidades del cuerpo.

Chica comiendo donuts.
La importancia de la calidad de los alimentos
Además de elegir los alimentos adecuados, es crucial prestar atención a la calidad de lo que se consume. La calidad de la dieta es esencial para mantener un equilibrio en el cuerpo. Optar por alimentos frescos y nutritivos no solo ayudará a saciar el hambre de manera más efectiva, sino que también aportará los nutrientes necesarios para el funcionamiento óptimo del organismo. Alimentos integrales, frutas, verduras y fuentes de proteínas magras son elementos clave para una dieta equilibrada que fomente la saciedad.

Alimentos saludables.
Establecer rutinas alimenticias
Otra recomendaciones establecer rutinas alimenticias. Mantener horarios regulares para las comidas puede ayudar a entrenar al cuerpo a reconocer cuándo es el momento adecuado para comer.
Esto no solo ayuda a prevenir el hambre constante, sino que también promueve una mejor digestión y absorción de nutrientes. Al crear una rutina, se puede establecer un ciclo que reduzca la ansiedad relacionada con la comida y, a su vez, disminuya la probabilidad de picoteos innecesarios.