Las estadísticas indican que uno de cada tres usuarios de los aviones tiene miedo a volar, lo que se conoce como aerofobia. Según explican los expertos de Sanitas, el miedo a volar puede ser una fobia en sí misma, sustentada generalmente por la posibilidad de sufrir un accidente; un riesgo que, sin embargo, es menor que en cualquier otro medio de transporte, especialmente el coche.
En ocasiones, sin embargo, añaden, la aerofobia tiene otros componentes que pueden agravarla, como es la claustrofobia o el miedo irracional a la altura (acrofobia).
Si, pese a sufrir aerofobia se ha de viajar, los expertos han recopilado una serie de consejos que puede ser útiles. No evitar pensar en el hecho de que debe volar, informarse sobre el funcionamiento del avión y su seguridad, evitar el estrés el día del vuelo, no tratar de ahogar el miedo en alcohol, elegir un asiento de pasillo para evitar mirar por la ventanilla, realizar ejercicios de relajación, leer o escuchar música y comer ligero el día del viaje son algunas de esas recomendaciones.
Las turbulencias serán cada vez más frecuentes
Unas de las principales culpables de que miles de personas tengan miedo a volar son las turbulencias. La turbulencia es, tal y como así las describe la Real Academia Española, un movimiento brusco del aire, que se caracteriza por la formación de remolinos.
Según explican desde el Colegio Oficial de Pilotos Comercial (COPAC) citando a la Aemet, la turbulencia aeronáutica se define como toda variación de la intensidad y/o dirección del viento que genera aceleraciones verticales u horizontales que pueden modificar los parámetros de vuelo. Según apuntan, los estudios indican que el cambio climático está aumentando la fuerza de las corrientes en chorro y eso está provocando un aumento de las turbulencias.
Dentro de las turbulencias se distinguen entre las predecibles y las impredecibles. Sobre las predecibles, los pilotos en la planificación manejan información meteorológica que permite prever las zonas de turbulencias para evitarlas, modificando incluso la ruta si es necesario. Las impredecibles, se denominan turbulencia en aire claro. Ni los satélites ni los radares que llevan a bordo los aviones pueden localizarlas.
Así es como una tiktoker australiana explica que las turbulencias en vuelo no son peligrosas
Con más de 12 millones de reproducciones, más de un millón y medio de me gustas y más de 9.500 comentarios, la publicación de la usuaria de TikTok @anna..paull, que cuenta con más de 7 millones de seguidores, no ha dejado a nadie indiferente.
En ella la creadora de contenido ha recurrido al truco de la gelatina para explicar que las turbulencias en vuelo no son peligrosas. Tal y como se puede ver en el vídeo, Anna utiliza una gelatina para representar el aire, mientras que una servilleta arrugada simboliza el avión. Al agitar la gelatina, simula las turbulencias que se experimentan durante un vuelo.
"Este consejo sirve para no tener miedo de volar. Mira, no sube ni baja. Está atascado allí porque hay presión proveniente de arriba, abajo y los lados", explica mientras golpea la gelatina, la servilleta permanece en el centro, apenas moviéndose. Así, la usuaria muestra cómo el avión se mantiene seguro en el aire, sin importar lo que ocurra alrededor.