La UTE (Unión Temporal de Empresas) formada por Obrascon Huarte Lain (OHL) y Construcciones Adolfo Sobrino se ha adjudicado las obras de la nueva estación de tren de Irun por un importe de 65,28 millones de euros.
El consejo de administración de Adif ha anunciado esta tarde la adjudicación de los trabajos, que salieron a licitación por 70 millones de euros, y que supondrán un impulso al ambicioso proyecto Vía Irun, que pretende llevar a cabo un desarrollo urbanístico en buena parte de la trama ferroviaria de Irun. A la licitación se habían presentado diez grupos de empresas constructoras que englobaban a 15 compañías.
Las dos empresas tendrá un plazo de 30 meses para levantar la nueva terminal, una estación configurada a modo de puente que sobrevolará las diez vías del tren y que conectará con la ciudad en su extremo oeste mediante una nueva plaza.
La estación estará adecuada al Tren de Alta Velocidad (TAV) e incluirá también la reorganización de la playa de vías, con el fin de ensanchar los andenes y ampliar su capacidad para albergar trenes de larga distancia. Así, las obras de la estación se compatibilizarán con las que se llevarán a cabo para el cambio de ancho a estándar, en las vías 6 a10, así como con la incorporación del tercer carril, en la vía 5.
El proyecto incluye la ejecución de cinco andenes adaptados a la nueva playa de vías que permitirán ofrecer los servicios de cercanías, media y larga distancia y servicios internacionales.
La nueva terminal será el icono de la transformación urbana que se desarrollará en los terrenos que ocupa la actual estación y en sus aledaños. La estación tendrá tres niveles. En la planta baja, a la altura de la calle, se situará el acceso principal, con un vestíbulo y escaleras fijas, mécanicas y ascensores para llegar al vestíbulo principal, ubicado sobre las vías.
La entreplanta estará dedicada a oficinas, en un espacio diáfano para los trabajadores, y la planta primera-vestíbulo principal conectará con la zona de embarque a través de unas ‘cajas’ situadas en el lado sur. Cada una de las ‘cajas’ dispondrá de controles de acceso y servicios auxiliares para el embarque. Esta zona albergará también los servicios de asistencia al viajero, espacios comerciales, cafetería y venta de billetes, recorriendo de un extremo a otro el vestíbulo.
Frente al edificio de viajeros se levantará un edificio de menor tamaño que acogerá los puntos de venta y atención al cliente de los operadores de autobuses y los locales de alquiler de vehículos.
La nueva estación se integrará en el entorno gracias a una nueva plaza que actuará como punto de conexión con la ciudad, y donde se situará la parada de taxis, un aparcamiento para bicicletas y el Kiss&ride.
En paralelo a la construcción de la nueva estación, también se reorganizará el aparcamiento, que dispondrá de 150 plazas para vehículos, y se ampliará de dos a cinco dársenas la parada destinada a autobuses.