Según la Oficina Europea de Estadística, el 65% del consumo de un hogar está destinado a calefacción. El aire que nos rodea siempre mantiene cierto grado de energía térmica. Da igual donde nos encontremos y la temperatura que haga. Siempre se puede aprovechar la energía del exterior como fuente renovable y gratuita para proporcionar calefacción, agua caliente y aire acondicionado.
Se trata de la aerotermia, una tecnología de energía renovable que ofrece numerosos beneficios en términos medioambientales y económicos debido a su eficiencia y versatilidad. La instalación de aerotermia puede suponer un ahorro económico de más de un 50% anual, y su amortización es de aproximadamente 4 años.
Para calentar o enfriar una vivienda con aerotermia necesitamos mover el calor de dentro de la vivienda hacia fuera y viceversa. "El funcionamiento depende de la captación de la energía presente en el aire exterior y su transformación en energía térmica. Esto se hace mediante una bomba de calor que extrae el calor del aire y lo transfiere a la instalación de calefacción o aire acondicionado de la casa", aseguran Jokin Cabornero y Alejandro Pardo, de Elon Energías Renovables.
La mayor ventaja de un sistema de aerotermia es que aporta más energía de la que consume. Otras de las ventajas son: su alta eficiencia en comparación con otros sistemas de calefacción y aire. No requiere mantenimiento continuo. Al no necesitar combustión, es más segura y no produce residuos.
Al producir tanto agua caliente, como aire caliente y frío, no es necesario añadir además ningún otro suministro como gas, y podremos ahorrar en nuestras facturas. Además, su instalación es relativamente sencilla en comparación con medios tradicionales.