El Sevilla hizo valer el 3-0 de la ida en un partido marcado por la agresión de un espectador al portero Dmitrovic. El hombre saltó al césped en el tiempo añadido sin que la seguidad le interceptara y se fue hacia el guardameta, a quien llegó a dar un golpe que, en principio, no le causó daño.
El agresor fue reducido; Dmitrovic indicó al colegiado que no tenía ningún problema, por lo que un minuto después se reanudó el choque. Posteriormente, el portero relató que sintió que alguien le “empujó por detrás”, aunque logró “agarrarlo y tirarlo al suelo”, y afirmó que “estas cosas no pueden ocurrir” en un campo de fútbol.
Dmitrovic se defiende.