Once empresas navarras figuran en las lista de Cepyme 500, que analiza las compañías que más avanzan en el último año y que presentan además un mayor potencial de crecimiento. Las compañías suman una facturación cercana a los 427 millones de euros, con una tasa media de incremento de sus ventas del 30,3%.
“En el índice se valora a las empresas tanto por sus resultados como su capacidad para generar valor añadido, empleo, innovación y proyección internacional. La función principal de esta iniciativa es otorgar reconocimiento y proyección nacional e internacional a las empresas que han sido seleccionadas contribuyendo a impulsar su potencial de crecimiento”, explican desde Cepyme, la confederación española de pequeñas y medianas empresas.
El avance de 3P
El listado de Cepyme en el caso de la Comunidad Foral lo encabeza una de las joyas del emergente sector biofarmacéutico. 3P Bio, con una facturación superior a los 35 millones de euros, tiene su sede en el polígono Mocholi de Noáin y fue fundada en 2007. Está especializada en el desarrollo y fabricación GMP de productos biofarmacéuticos y de terapia celular. Como CDMO (organización de fabricación por contrato) de productos biofarmacéuticos global, ofrece un servicio integrado para la fabricación clínica y comercial de productos biológicos, utilizando sistemas de expresión tanto microbianos como de mamíferos. Ofrece soluciones en todas las etapas del desarrollo del producto: desde la investigación y el desarrollo, pasando por las fases preclínica y clínica hasta el suministro comercial.
La firma cuenta ya con más de 300 trabajadores y según Cepyme su tasa de crecimiento en ventas se situó en 2020 en un 33%, con una rentabilidad superior al 21% que define a una empresa innovadora, que genera empleo de calidad, capaz de atraer talento y que no ha dejado de invertir desde el momento de su fundación.
La agroalimentación innovadora, protagonista
Seis de las once empresas navarras que figuran en el listado pertenecen al sector industrial, que aporta casi una tercera parte del valor añadido de la economía navarra y que tiene en la agroalimentación uno de sus puntales. Elaborados Naturales de la Ribera del Ebro, fundada en Funes en 2009, es una muestra de que esta actividad sigue incrementando su actividad en Navarra, de la mano de los nuevos regadíos y buscando especializarse para elevar el valor de sus productos. Con casi medio millar de puestos de trabajo, la empresa dedicada a la elaboración de platos preparados -una de las tendencias que marcan la alimentación hoy en día- ha duplicado sus ventas desde antes de la pandemia, hasta los 62,2 millones de euros. Su rentabilidad asciende al 11,41%.
Más pequeña –nació hace apenas siete años–, pero con un ritmo de crecimiento importante y previsiones para seguir haciéndolo, Oleofat se ubica en Tudela y factura ya cerca de 15 millones de euros. Es un 50% más que antes de la pandemia y ha permitido ocupar a 33 personas, que dan un nuevo valor a subproductos oleaginoso, con destino a los biocombustibles y la industrias. Un área específica de negocio, aquella que busca evitar el desperdicio y y aprovecharlo económicamente, que sigue generando casos de éxito entre las empresas navarras.
Energías renovables, otro puntal
Las renovables, presentes Junto a la automoción, que no crece pero que al menos se mantiene, la pujante biofarmacia y la agroindustria, el sector de las renovables es otro de los puntales de la arquitectura empresarial de Navarra. Tras la pandemia ha protaonizado, por ejemplo, la mayor venta de la historia económica familiar de Navarra, con la compra de la firma de seguidores solares STI Norland por parte de Array Technologyes. La firma navarra, propiedad en su mayoría de Xabier Blanco factura unos 100 millones de euros y ha sido vendida por más de 600 millones.
El ranking de Cepyme encumbra por ejemplo a Eper, ubicada en Cintruénigo, que a los 15 años de su nacimiento factura ya unos 20 millones de euros y da empleo a 138 personas. Fabrica y mantiene estructuras para instalaciones de energías renovables y cuenta con una planta de producción en Portugal.
Industrial Barranquesa, con más de tres décadas de vida, facturaba en 2020 más de 35 millones de euros, con una rentabilidad superior al 20% gracias a su producción de alto valor añadido, que vende a algunos de los principales fabricantes de aerogeneradores del mundo.
Fluitecknik, con 250 empleados y más de 80 millones de euros en ventas, es otra de las empresas que más ha crecido. Tiene 32 años de vida y 23, especializada en renovables.