Araba

Agua garantizada en Álava para doce meses

La Diputación revisará su plan de abastecimiento para adaptarlo al cambio climático
El embalse de Ullíbarri-Gamboa

A pesar de que en Álava no ha llovido prácticamente nada desde hace medio año, la mayor parte del territorio tiene garantizado el suministro de agua para un año, según ha señalado en la mañana de este lunes el diputado de Medio Ambiente, Josean Galera, en respuesta a una pregunta del juntero de EH Bildu Kike Fernández de Pinedo.

Las persistentes lluvias de finales del año pasado llenaron los embalses del sistema del Zadorra, que abastecen a buena parte de Álava, y actualmente, pese a la sequía estival, se encuentran al 65,5% (Urrunaga) y al 63% (Ullíbarri-Gamboa).

Por su parte, en Iruña Oka y Rioja Alavesa, que se abastecen de acuíferos, en 2022 los niveles de agua disponible son similares a los del año pasado, “incluso en algún momento con alguna punta superior”, y en Ayala los embalses se encuentran al 62-65% de volumen. En Okondo, que se abastece de manantiales menores, se han adoptado medidas para garantizar el suministro doméstico.

Uno de los puntos más críticos durante este verano ha sido la Llanada. En puntos como Ozaeta ha sido necesario realizar una obra para que el agua llegue sin problemas a todas las viviendas, y en el área del Arakil, aunque hay problemas de infiltración de aguas en el subsuelo, “no ha habido alarma”, ha señalado Galera.

También la zona del alto Baias hay problemas de infiltraciones, pero actualmente se dispone de un caudal de 5 litros por segundo y URA, la Agencia Vasca de Agua, trabaja en la finalización de la redacción del proyecto para la construcción de la balsa de Zaro.

En cuanto al sistema del Inglares, del que se nutre el regadío de la Rioja Alavesa, “en este tiempo no ha dado señales de sufrir alteración importante en su caudal”.

En todo caso, ha señalado Galera, “los escenarios son preocupantes para determinadas cuadrillas, según los científicos son territorios que van a sufrir estrés hídrico en el futuro”, y por lo tanto, “hay que planificar actuaciones hidráulicas y ejecutar obras, y los responsables de la gestión tienen que profesionalizar la gestión del ciclo del agua”. En el caso de Ayala el escenario de cara a 2070 preocupa en la institución, y de hecho el diputado ha recordado que en otras latitudes las sequías persistentes han llegado a forzar la emigración de sus habitantes.

Visto este panorama, la Diputación ha decidido “revisar el Plan Director de Abastecimiento y Saneamiento en clave de cambio climático, con máxima atención a los episodios extremos”. Todo ello en el marco de la estrategia Klimaraba 2050 para la adaptación del territorio al cambio climático.

Según el diputado, desde 2015 se han emprendido actuaciones ante averías, faltas de suministro, episodios de contaminación durante 760 días, con el empleo de 12.000 metros cúbicos de agua. Ha habido nueve intervenciones por año y no ha variado mucho a lo largo de los diferentes ejercicios, “incluido 2022”. En cada intervención se han utilizado unos 160 metros cúbicos de agua, “una cantidad pequeña”.

27/09/2022