Las fiestas de Agurain llegan este domingo a su fin. Siete intensos días de festejos en los que la alegría y la diversión se han adueñado de las calles de la villa. La localidad vivió ayer una nueva jornada en la que los niños y niñas recién nacidos, los txikis y los blusas y neskas veteranos fueron los principales protagonistas.
La jornada comenzó con el deporte. A las 9.00 horas una marea verde inundaba la plaza de San Juan de la localidad. Se trataba de los más de 300 participantes de la marcha contra el cáncer que disputaron la prueba de carácter lúdico-deportivo con la que los organizadores pretendían concienciar a la ciudadanía sobre la enfermedad. La recaudación obtenida con las inscripciones se destinará íntegramente a este colectivo la cual será destinada a la investigación contra el cáncer. Tuvo un recorrido de 7 kilómetros desde la plaza de San Juan, Eras de San Juan, Urzabal, Fueros, San Jorge, La Magdalena, Harresi, y casco histórico para regresar a la plaza de San Juan.
También gastronomía
Tras la prueba deportiva el interés se centró en la plaza de San Juan de la localidad donde daba comienzo el concurso de calderete de patata con carne. En total fueron cinco las agrupaciones participantes. La asociación de mujeres Sallurtegi, que luchó por revalidar el título conseguido el año anterior, los miembros de Hiru Haundiak, los integrantes de la sociedad gastronómica Lur Sagar y las cuadrillas de padres, madres e hijos Akelarre y Lauburu.
Con esmero y muy buen ambiente cocineros y cocineras se afanaron en picar cebolla, pelar patatas o conseguir ese sofrito que le diera buen sabor al plato. “Aquí hay mucho nivel”, comentaban entre risas Iñigo y Pedro, componentes de Hiru Haundiak que trataban de hacerse con el nivel del fuego.
Durante todo el cocinado recibieron la visita de amigos y familiares que les insuflaban ánimos durante la competición. “Venga, que lo estáis haciendo muy bien. Tiene muy buena pinta”, comentaban frente a la cazuela de las mujeres de la asociación Sallurtegi, mientras Eloy, Jonatan y Aitor, se esmeraban en preparar el guiso que posteriormente iban a presentar ante el jurado.
Un buen emplatado, sabor, textura adecuada y consistencia correcta fueron los puntos fuertes para hacerse con el galardón otorgado por el jurado.
Los txikis, protagonistas
Mientras la carne y las patatas comenzaban a cocinarse la plaza de Santa María acogió el recibimiento y entrega de un regalo a las niñas y niños empadronados que han nacido en Agurain. Debido a la pandemia esta entrañable cita no se celebró por lo que el Ayuntamiento aprovechó la ocasión para citar a los txikis nacidos en el años 2020 y 2021 para la foto de rigor. Posteriormente les tocó el turno a los nacidos entre octubre de 2021 y la actualidad. A éstos últimos se les entregó el pañuelo festivo y un pequeño muñeco.
Uno a uno fueron desfilando por el escenario de Santa María. Unos, vestidos de caseros, otras de neskas, otros plácidamente dormiditos y alguno que otro llorando. Los miembros de la actual corporación fueron los encargados de colocar el pañuelo festivo de cuadros al cuello de los pequeños con la inscripción en blanco de Ongi etorri aguraindarra y un regalo conmemorativo en forma de pequeño peluche.
Tras la bienvenida de pequeños como Ania, Laida, Julen, Karim o Mohamed, entre otros, la fiesta se trasladó a todos los rincones del pueblo. En la misma plaza los más pequeños permanecieron atentos al espectáculo de Pepa y Kutxo.
Música
La elektrotxaranga animó las calles del casco histórico que según pasaban los minutos se fueron poblando de gente dispuesta a pasárselo bien. La jornada además de a los niños estuvo dedicada a los blusas y neskas veteranos, quienes, al menos una vez durante las fiestas rememoran sus años mozos y lo dan todo por la fiesta. Varias cuadrillas se reunieron para comer y desfilar por las calles como antaño.
Ya por la tarde el deporte se convirtió en el protagonista indiscutible de la fiesta. Así el polideportivo municipal fue escenario de la final del XVIII Torneo de pelota Virgen del Rosario en categorías federadas. La actuación musical de Tingones de la rencle, Skakeitan, Johon Dealer and the coconuts o cerdotas pusierons la nota musical a la jornada en la que los blusas veteranos demostraron que todavía tienen aguante y los más txikis que Agurain tiene asegurada una nueva cantera de blusas y neskas.