Testimonios "duros y muy íntimos", documentos gráficos, extractos de publicaciones y otros materiales repasan las graves amenazas y daños causados por "la violencia de persecución" en Gipuzkoa, de 1975 a 2011, en una exposición titulada En la diana que han inaugurado en Donostia autoridades y afectados.
Son palabras del diputado general, Markel Olano, quien ha abierto este viernes la muestra en la casa de cultura de Aiete, en un acto al que han asistido algunas víctimas que sufrieron ese tipo de violencia de motivación política, ejercida no sólo por parte de ETA y su entorno, sino también por "personas, colectivos y organizaciones de distinto tipo".
Entre los asistentes, han estado los exconcejales socialistas Arritxu Marañón y José Morcillo, que han dejado testimonio de su vida bajo amenaza; su compañero en Andoain Estanis Amuchástegui, con su hija Nerea, que cuenta cómo fue el momento en que incendiaron su domicilio, así como la abogada Pilar Zubiarrain, a la que quemaron su caserío cuando era alcaldesa del PNV en Altzo.
La exposición recoge, también en formato audiovisual, experiencias de otros afectados como la exlíder del PP vasco Arantza Quiroga, y de Martxelo Otamendi y los hijos de Joan Mari Torrealdai, ambos directivos del clausurado periódico Egunkaria.
Fue una violencia que sufrieron "miles de personas" en Euskadi y, en este caso, en Gipuzkoa que resultó "totalmente inhumana, injusta e innecesaria", ha subrayado Olano, quien ha explicado que la exposición, organizada por la institución foral en colaboración con la fundación Baketik, busca "profundizar en la memoria de las víctimas" y promover "la reflexión sobre estas vulneraciones de derechos" que fueron "las más extendidas".
Las graves amenazas, sabotajes a bienes y vehículos o ataques de kale borroka entre otros hechos violentos y de intimidación, fueron "quizás menos visibles" pero "muy dañinos y dolorosos", ha lamentado el diputado general, quien ha hecho hincapié en que se trató de "una violencia muchas veces mantenida en el tiempo" que, además del miedo y los daños a quienes la padecieron directamente, "generó división" social y "dañó la convivencia en pueblos y ciudades".
La propuesta rememora el "paisaje" de dianas y pintadas incriminatorias que formaba parte de las calles de Gipuzkoa en esas décadas y es un resumen de la inabarcable lista de personas, bienes y organizaciones que padecieron la violencia de persecución, analizada desde la perspectiva de los derechos humanos y partiendo de la definición hecha por el Ararteko.
Según ha recordado la directora de Beketik, Maider Maraña, las realidades reflejadas en la exposición son ejemplos de "la ingente" cantidad de personas y entidades que sufrieron amenazas graves y actos violentos, que tuvieron protección de escoltas o quienes vieron coartada su libertad de expresión, además de detenciones ilegales y conculcaciones del derecho a la participación política, entre otras.
Articulada en varias partes, la muestra presenta materiales visuales que exhiben con crudeza la magnitud de los datos y se completan con las vivencias y testimonios de los afectados, así como con la situación del contexto y marco legal de los años que recorre, para concluir con una parte final que aborda la resiliencia de la sociedad y de las propias víctimas, e invita a la reflexión personal.
La inauguración de En la diana. Amenazas graves y violencia de persecución en Gipuzkoa 1975-2011, que estará en Donostia hasta el 2 de abril y tendrá después carácter itinerante, ha contado además con la presencia del viceconsejero de Derechos Humanos y Memoria del Gobierno Vasco, José Antonio Rodríguez Ranz, el presidente de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Xabier Ezeizabarrena, y la directora del instituto Gogora, Aintzane Ezenarro, entre otras autoridades.