Aingeru Garay termina 29º en el Gigante del Mundial de esquí alpino

Con 24 años, Aingeru Garay debutó en el Mundial de esquí alpino de Courchevel y Méribel (Francia). Lo hizo en la prueba de Gigante y lo hizo, además, cumpliendo el objetivo que se había marcado: quedar entre los 30 primeros. El esquiador galdakoztarra fue vigésimo noveno –estaban inscritos cien participantes– después de cubrir las dos mangas en la larga, técnica, dura y exigente pista L'Eclipse de Courchevel, con salida a 1.730 metros de altitud y un desnivel de 450. Garay se quedó a siete segundos y 86 centésimas de Marco Odermatt, que se llevó la victoria. De esta forma, el suizo consiguió su segundo oro en este Mundial, después del que logró el pasado jueves en la prueba del descenso.

Pero volviendo a Garay, el vizcaino terminó contento su primera actuación en un Mundial. De hecho, este 2023 está siendo un buen año para el galdakoztarra puesto que no solo consiguió estrenarse en el Mundial, sino que el pasado enero también protagonizó su primer descenso en una Copa del Mundo. Fue en la pista de Garmisch-Partenkirchen donde Garay comenzó a recoger los frutos de toda una vida dedicada al esquí. Con todo, después de ese vigésimo noveno puesto en el Gigante del Mundial, el deportista de Basque Team ya piensa en la siguiente prueba, su especialidad: el eslalon. Tendrá lugar este fin de semana también en Courchevel y a esta cita Garay llega con optimismo y ganas, dispuesto a mejorar la posición lograda en Gigante. Sin embargo, el galdakoztarra no estará solo, puesto que Juan del Campo también disputará la prueba de eslalon. El bilbaino, también becado por Basque Team, llega confiado, con esa seguridad que da estar en su tercer Mundial.

Respecto al Gigante, Odermatt confirmó su condición de nuevo dominador del esquí alpino al ganar su segundo oro, después del de descenso, y completó otro doblete al unir este nuevo título al olímpico de la disciplina que había festejado el año pasado en los Juegos de Pekín. El suizo, ganador de la última Copa del Mundo, hizo buenos los pronósticos y capturó su segundo oro en estos Mundiales, al ganar con 32 centésimas de ventaja sobre su compatriota Loic Meillard y con 40 de ventaja respecto al austriaco Marco Schwarz, líder tras la primera manga y que se tuvo que conformar con el bronce.