Dirige la agencia que acompaña a las compañías vascas en la búsqueda de mercados exteriores y confía en que la vacunación les permita volver pronto al avión
donostia – Este año se han presentaron casi 470 aspirantes a las cinco becas Beint. Se trata de una de las tareas menos visibles de la Agencia Vasca de la Internacionalización-Basque Trade&Investment, a pesar de su importancia. Beint lleva tres décadas proporcionando a las empresas vascas técnicos de internacionalización, una actividad que será clave también en la salida de esta crisis.
Se han presentado este año casi cuatro aspirantes por cada beca Beint, ¿tiene algo que ver la coyuntura económica?
—El programa Beint lleva en marcha 30 años y tiene una gran trayectoria, pero es verdad que durante los últimos diez años estábamos experimentando una bajada sustancial en el número de candidaturas interesadas por las becas. Tal vez fuera, entre otras causas, por la situación del empleo. Este año se ha producido un repunte impresionante, probablemente provocado en una pequeña parte porque el año pasado no hubo convocatoria por la pandemia. Pero más allá de eso se ha generado un interés muy grande por un refuerzo formativo que es una oportunidad extraordinaria para estos jóvenes licenciados universitarios que quieren hacer una carrera especializada en internacionalización. Estas becas son en estos momentos la mejor opción de formación que existe.
Y despierta interés en las empresas.
—Sí, es una carrera de responsable de internacionalización y por ello es muy demandada por las empresas vascas. Eso hace que la inserción laboral de las personas que cursan estos estudios y reciben formación práctica sea muy exitosa. Los becarios acceden a un empleo con gran rapidez. El 75% de ellos están ya trabajando al año de haber finalizado la beca. Es una formación cuyo interés va in crescendo y este año el repunte ha sido espectacular.
¿A quiénes van dirigidas las becas?
—El objetivo es muy claro: formar a jóvenes vascos, menores de 31 años, con carreras universitarias en ser especialistas en internacionalización empresarial. Son jóvenes que ocuparán en el futuro cargos de alta responsabilidad en las principales empresas vascas. Las compañías, sobre todo las pequeñas y medianas, necesitan y demandan cada vez más esos técnicos que les permiten desarrollar e impulsar toda su actividad exterior. Necesitan esa figura que les va a permitir salir a los mercados para posicionarse, para ganar clientes, para desarrollar negocio y en definitiva para aumentar ventas y su cartera de clientes.
¿Qué carreras han estudiado los becarios?
—Normalmente tienen formación en Ciencias Económicas, Derecho o Ingeniería. Alrededor del 50% o 60% son carreras de gestión, pero también tenemos un 10% de ingenieros y alrededor del 15% de abogados.
Y suman una especialización en internacionalización.
—Sí, la formación consiste en combinar los conocimientos académicos con conocimientos prácticos. Hay cuatro meses y medio de formación académica, que este año, de manera novedosa en la mejora continua del programa, proponemos en colaboración entre las tres universidades vascas. Después salen de Euskadi y trabajan en una oficina comercial. El programa concluye con ocho meses de prácticas en empresas que están también en otros países. Muchos de ellos se quedan trabajando en la empresa en la que hacen la práctica y otros se van reubicando en otras compañías.
¿Qué encuentran las empresas en la cantera de Beint?
—Las empresas valoran de manera muy positiva los perfiles Beint porque tienen asegurada una formación académica muy intensa, complementada con una experiencia práctica en la que se han desarrollado proyectos de la economía real para las empresas vascas. Son 24 meses de una formación muy completa. Adicionalmente a esos conocimientos también tiene un gran valor lo que aporta al perfil de la persona la experiencia de vivir y trabajar en otro país, en entornos internacionales, con otra cultura, otro idioma. Saber trabajar en esos contextos de más complejidad. Son perfiles muy potentes que van a trabajar con una gran autonomía, que son muy proactivos, que tienen mucha iniciativa, que son valores que la empresa vasca valora muy positivamente.
Y en medio de esta nueva crisis, ¿perciben desde la Agencia vasca de Internacionalización una mejora en la actividad de las empresas?
—El año 2020 estuvo totalmente condicionado por la pandemia, que además llegó evidentemente de manera inesperada. Sin embargo, tras un primer impacto en el que prácticamente todos nos paralizamos, en la segunda mitad del año las cosas se canalizaron de una manera muy positiva, entre comillas.
¿Por qué las comillas?
—En el sentido de que en la parte internacional de la actividad de la economía se dio una dicotomía, que las empresas no podían viajar y su actividad comercial se vio muy frenada en un primer momento. Pero, por otro lado, a causa de esa situación de confinamiento en el que estábamos todos, hubo mucho personal técnico de las empresas trabajando desde su casa y tuvo disponibilidad para transitar hacia formas de trabajo diferentes, que es todo lo que se ha impuesto de una forma muy acelerada, la digitalización.
¿Y pudieron mantener actividad?
—En el año 2020 hemos tenido una actividad y hemos desarrollado proyectos para las empresas vacas en un volumen superior al de 2019. Lo cual quiere decir que las empresas han estado muy activas, sobre todo en desarrollo de negocio, búsqueda de nuevos clientes, estudios de mercado, penetración en nuevos países o búsqueda de mercados.
¿Cómo avanza este año?
—En lo que llevamos de 2021 el número de empresas apoyadas también está por encima de las de 2019 y un algo por encima de las de 2020. Es verdad que probablemente la tipología de actividad que hemos desarrollado ha sido diferente en cierta manera, hemos transitado hacia webinar, las empresas organizando reuniones directas entre compradores y vendedores, identificando países, centrándonos en mercados con grandes oportunidades en las tres transiciones –digital, medioambiental y sociosanitaria–, pero en general las empresas bastante activas. Y pienso que, a partir de ahora y a medida que la vacunación vaya progresando, irá a más.
Los contactos 'online' serán parte del legado de la pandemia
—Sí, es cierto que todas esas maneras de trabajar han permitido mantener la actividad y eso ha venido para quedarse. Será un mix. Gran parte se va a canalizar por esas vías y las empresas van a ser más eficientes. Hay otras cosas que no se pueden sustituir. Esas nuevas tecnologías permiten mantener a los clientes, conservar el hilo caliente. También se pueden desarrollar oportunidades, prospectar; pero lo que falta es iniciar nuevos clientes, nuevas cuentas o nuevos negocios, para todo eso sí es necesario el viaje. Es verdad que las empresas están aguantando, han conseguido mantener la actividad por otras vías afortunadamente, pero urge empezar a moverse, empezar a viajar porque hay cosas que no pueden sustituirse por el canal digital. El tipo de producto que fabrica la empresa vasca, que es de gran calidad, de alto valor tecnológico, se basa mucho en esa relación de confianza, y mantenerla por vía digital es posible, pero desarrollarlas desde el inicio requiere de un contacto personal.
¿Ha permitido la marca vasca mantener posiciones?
—Las empresas, sus productos, eran conocidas y están aguantando, pero empieza a ser urgente que se dinamice la economía y empezar a salir fuera de Euskadi con normalidad.
"Los técnicos que formamos tienen una formación muy completa y la experiencia de vivir y trabajar en otro país"
"La agencia desarrolló el año pasado más proyectos que en 2019 para las empresas, que estuvieron muy activas"
"Las nuevas tecnologías permiten prospectar oportunidades, pero lo que faltan son nuevos clientes"